El Land Rover Defender clásico es uno de los coches más especiales de la historia. Aunque sufrió constantes evoluciones en sus casi 70 años de producción en serie ininterrumpida, su filosofía, su arquitectura básica y sus capacidades todoterreno, permanecieron impertérritas. Aunque dejó de producirse oficialmente en 2016, Land Rover Classic se ha propuesto convertirlo en una máquina de imprimir dinero. Y la fórmula es tan sencilla como efectiva: tiradas muy limitadas con potencia V8, una historia que contar… y un precio astronómico.
Hace unos años, en 2018, Land Rover Classic lanzó el precioso Defender Works V8. Un Defender con los mejores componentes que Jaguar-Land Rover podía montar en su plataforma. Un restomod oficial en toda regla que hizo las delicias de los 150 potentados que se lo pudieron permitir. Cuatro años después, Land Rover Classic homenajeó a las icónicas Camel Trophy con un Works V8 II decorado con los colores de Camel. Acompañado de una experiencia off-road de primer nivel acompañada de lujo tradicional, la marca inglesa produjo sólamente 25 unidades.
Land Rover Defender
Fotos del Land Rover Defender Works V8 Islay Edition
En pleno 2023, Land Rover Classic anuncia el lanzamiento del Defender V8 Works Islay Edition. Solo se fabricarán 30 unidades, y es un homenaje tanto a la isla de Islay (Escocia) como a Spencer Wilks, director y fundador de la marca. La conexión escocesa del Land Rover Defender es clara. Antes de que se llamara Defender, cuando ni siquiera Land Rover existía, Rover desarrolló un todoterreno civil, y para probar los primeros prototipos usó los enormes terrenos de Spencer Wilks en la isla de Islay durante el lejano año 1947.
Fue el guardés de la finca el que mencionó de forma casual que ese todoterreno debería llamarse «Land Rover», y cuando comenzó a venderse, lo hizo como «Land Rover» a secas, con la denominación técnica Series I. El resto, como se suele decir, es historia. El Defender se ha convertido en el icono de Land Rover y uno de los coches más importantes de todos los tiempos. 76 años después del desarrollo del Series I en la isla de Islay, el Defender Works V8 Islay Edition se presenta con una preciosa especificación única y mucha historia.
A nivel técnico, hablamos de un coche idéntico al resto de Works V8. Es decir, monta un motor 5.0 V8 atmosférico de origen Jaguar-Land Rover con 405 CV, asociado a un cambio automático ZF de convertidor de par y ocho relaciones. Con este motor, es capaz de hacer el 0 a 96 km/h en 5,6 segundos, con una velocidad punta de 171 km/h. La suspensión y el equipo de frenado del coche está adaptado a su nivel prestacional, y ha sido puesto a punto para que su comportamiento sobre asfalto sea también aceptable – en términos relativos a un Defender clásico.
Estéticamente, la carrocería del coche está pintada en color Heritage Grey, casi idéntico al Mid Grey del coche original de Spencer Wilks. Tanto el techo como sus llantas están pintadas en un color arcilla claro, de nuevo, un guiño al clásico. Un gráfico lateral nos permite leer «GXC 639C», un guiño a la matrícula original del Series IIa de Wilks. En el interior nos encontramos con asientos tapizados en un tejido tweed de lana producido en la Islay Woolen Mill, en tonos similares al paisaje de las islas escocesas.
Una bandeja extraíble situada entre los asientos delanteros está construida en madera procedente de los barriles de roble de la destilería Kilchoman, también situada en la isla. Un disco de 110 mm, situado en esa misma bandeja, simula la base de un barril de whisky, y está también construido a partir de un barril de la misma destilería. Todos estos detalles contribuyen a crear un coche único, un vehículo de coleccionista. Los Works V8 Islay Edition cuestan 230.000 libras en carrocería corta, y 245.000 libras en carrocería 110 de siete plazas.
Por último, mencionar que este coche es técnicamente un restomod, basado en Land Rover Defender de serie, producidos entre los años 2012 y 2016.