Solo un mes después de haber sido anunciados, las 150 unidades de los Land Rover Defender Works V8 han sido vendidas. El Land Rover Defender Works V8 es una edición especial de despedida del Land Rover Defender, un todoterreno icónico sin el que Land Rover no habría llegado a donde está hoy en día. Esta edición especial fue presentada con motivo del 70 aniversario de la marca, y se ha vendido principalmente en Reino Unido. Fue presentada por sorpresa en enero, cuando todo el mundo pensaba que el Land Rover Defender estaba ya muerto y enterrado. Una maniobra perfecta por parte de Land Rover.
¿Qué hizo especiales a estos Land Rover Works V8? En primer lugar, que han sido desarrollados y producidos por SVO, la división de proyectos especiales de Jaguar Land Rover. Cada una de las 150 unidades será producida a mano, de forma casi artesanal, por expertos mecánicos e ingenieros. En las entrañas de estos Land Rover Defender no late un motor diésel de cuatro cilindros, sino un 5.0 V8 de aspiración atmosférica – nada de compresores – con 405 CV de potencia máxima y 515 Nm de par máximo. Este motor está asociado a una caja de cambios automática de convertidor de par y ocho relaciones, desarrollada por ZF.
Land Rover Defender
Aunque el coche posee una suspensión específica – con amortiguadores, barras estabilizadoras y muelles especialmente adaptados a su nivel de potencia – y frenos más potentes, retiene la capacidad todoterreno de cualquier Defender. Sigue teniendo dos ejes rígidos y una reductora de dos relaciones, pensada para una conducción exigente sobre superficies absolutamente destrozadas. Con todo, algo me dice que muchos de estos Land Rover Defender Works V8 no saldrán de las calles del barrio londinense de Kensington, en las que rodarán apenas unos cientos de millas al año, durmiendo en garajes climatizados.
Aunque sean coches pensados para un uso fuera del asfalto, son capaces de hacer el 0 a 96 km/h en 5,6 segundos, con una velocidad punta limitada – por la seguridad del pasaje – a 170 km/h. Su interior cuenta con un nivel de lujo y equipamiento nunca antes visto en estos todoterrenos vetustos y anacrónicos, con asientos Recaro deportivos, guarnecidos de cuero en el salpicadero e incluso un pequeño navegador integrado. Algo me dice que su precio en el mercado de segunda mano se disparará en los años venideros. Siendo sinceros, todos querríamos tener un coche así en nuestro garaje.
Fuente: Autocar
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