El Lanz Bulldog es un tractor barato, sencillo y casi indestructible que se comenzó a fabricar en 1921. En la web Lanz Register podemos encontrar la gran cantidad de modelos que siguen existiendo por todo el mundo.
Origen del fabricante Lanz
Hay que remontarse a 1867, cuando Heinrich Lanz reconoció el mercado sin explotar en Alemania para la maquinaria agrícola. En 1878, la empresa Lanz produjo su primera máquina de vapor, el Lokomobile. Para 1885, eran la fábrica de maquinaria agrícola más grande de toda Europa, con más de 1000 trabajadores.
Los años pasaron y el hijo de Heinrich, el Dr. Karl Lanz, le sucedió. La empresa llegó a construir miles de trilladoras de vapor, el Lokomobile más grande del mundo, 22 dirigibles y empezó a experimentar con un tractor de 4 cilindros gasolina de unos 80cv. Entonces, llegó la Gran Guerra.
Nacimiento del Lanz Bulldog
En 1921, un ingeniero entonces desconocido llamado Fritz Huber, desarrolló un motor de petróleo crudo, 12cv y encendido por cabezal incandescente. Se instaló en un tractor y se convirtió en el primer Bulldog.
En 1923 llegó un Bulldog con tracción total y dirección de pivote central. Una máquina adelantada décadas a su tiempo. Entre 1924 y 1939 se fabricaron toda clase de variantes para este tractor. Orugas, prensas de paja, neumáticos con aire, etc.
La Segunda Guerra Mundial provocó que casi el 90% de las instalaciones de la compañía en Mannheim quedaran destruidas. Pero ellos siguieron ensamblando y reparando maquinaria agrícola entre los escombros.
Motor de 0 RPM
El motor del Bulldog, conocido como “hot-bulb” o semidiesel, es un tipo de motor de combustión interna de dos tiempos, en el que la ignición se da cuando el combustible entra en contacto con una superficie metálica al rojo vivo, en una cámara de preignición.
La cilindrada oscilaba entre 5 y 10 litros, con un solo pistón. La dirección de giro determinaba si se iba hacia delante o hacia atrás. De hecho, el único indicador en el panel de instrumentos del Bulldog, era el sentido de giro del motor. En parado, el cigüeñal podía ir a un lado y a otro tras cada pistonada, sin llegar a dar un giro completo. De ahí lo de las cero revoluciones por minuto. (En el vídeo más abajo puedes verlo con claridad).
El diseño fue tan exitoso, que se copió en todo el mundo. En los últimos modelos se introdujo bujía incandescente y arrancador eléctrico, pero lo normal en estos cacharros era sacar el volante de la dirección, meterlo en el cigüeñal y girar con brío para arrancar.
La empresa fue absorbida por John Deere en 1956. En 1959 comenzaron a desarrollarse los primeros tractores diésel multicilindros modernos.