A partir de este mes de julio todo coche de nueva homologación deberá de disponer de una caja negra, además de otra serie de sistemas de seguridad y ayudas a la conducción (ADAS), obligatoriedad que se extenderá todo turismo y furgoneta ligera vendida a partir de 2024. Se trata de un elemento muy llamativo por su nombre y por el hecho de usarse desde hace años en la aviación, y también porque puede poner en jaque nuestra privacidad.
No obstante, esta caja negra denominada EDR (Registrador de Datos de Eventos en inglés) junto a los demás ADAS tiene por objetivo aumentar la seguridad, en concreto, según la Unión Europea, salvar 25.000 vidas y evitar 140.000 lesiones graves para el año 2038.
Así funciona la caja negra que llevará tu coche
La caja negra que llevarán nuestros coches tiene el tamaño de un móvil e irá instalada bajo el asiento del conductor atornillada al chasis. Así pues, en ella se registra lo sucedido durante los 30 segundos previos al accidente, durante el accidente y los 5 segundos posteriores al mismo. Entre esa información se encuentran variables como la velocidad, las revoluciones del motor, ocupación de los asientos, uso del cinturón, qué airbags se han activado, posición del vehículo y aceleraciones… en total se habla de 15 parámetros, pero bien podría recopilarse básicamente toda la información que maneja la ECU del coche.
Tras el accidente esos datos se vuelcan a un ordenador (operación que teóricamente deberá realizar la Guardia Civil de Tráfico o personal asociado a la DGT) con el objetivo de ser usados para desarrollar vehículos más seguros y desarrollar nuevos sistemas de seguridad o perfeccionar los actuales.
En teoría estas cajas negras mantienen totalmente nuestra privacidad, pues no registran datos sobre el conductor (identidad, sexo…) ni sobre nuestros desplazamientos, además de quebsólo conserva la información en el momento del accidente. Igualmente, tampoco realizan grabaciones de audio ni video.
De hecho, los datos de las mismas no se relacionan con el bastidor de nuestro coche, lo que quiere decir que no pueden usarse como prueba para establecer la culpabilidad en un accidente de tráfico ni tampoco por las propias compañías aseguradoras para bajar o subir las primas ni para, de nuevo, depurar responsabilidades. Sin embargo, según el comparador de seguros Acierto.com, recientemente se ha conocido una sentencia en Alemania que ha permitido a una aseguradora acceder en dichos datos apuntando que “los asegurados están obligados a aportar todo lo que sirva para aclarar las causas de un siniestro en virtud de su obligación de informar”.
En cuanto a los demás ADAS que serán obligatorios, nos encontramos con la frenada automática de emergencia, el sistema de mantenimiento de carril, la detección de marcha atrás, el asistente inteligente de velocidad, el detector de fatiga y atención, el avisador de cinturón en las plazas traseras, detector de ángulo muerto y control de presión de neumáticos, sin olvidarnos de una actualización y endurecimiento de los test de choque EuroNCAP.