LG quiere cambiar el juego de la producción de baterías, anunciando sus planes de una línea de producción piloto de baterías de recubrimiento en seco para el último cuatrimestre de este año, con vistas a la producción a gran escala para el año 2028. Se trata de una técnica que puede reducir los costes de fabricación de baterías entre un 17% y un 30%, entre otros grandes beneficios.
¿En qué consiste esta tecnología de recubrimiento en seco?
LG ya lleva unos años desarrollando esta tecnología de modo que podría tener ventaja frente a otros competidores, comenzando por los chinos CATL y BYD. Tesla ya trató de meterse en esta tecnología adquiriendo la startup Maxwell allá por 2019, pero de momento no han tenido el progreso esperado – Panasonic, EVE Energy o Svolt son algunas empresas que también han estado investigando esta tecnología (Automotive News Europe). También podría reducirse el espacio utilizado por las baterías de modo que serían más eficientes con respecto a su densidad.
Hasta ahora hemos visto recubrimientos húmedos en los que se disuelven químicos en soluciones tóxicas que luego se secan en la cadena de producción con hornos de casi 100 metros de largo funcionando a 200 grados Celsius – algo que se ahorraría con esta tecnología de recubrimiento en seco. La compatriota de LG, Narae Nanotech, trata de reducir el gasto de energía del recubrimiento húmedo utilizando lámparas de xenón para el proceso de secado.
Tiempo atrás, ya explicamos en qué consistía la tecnología de recubrimiento en seco, pues Volkswagen invirtió en ello tiempo atrás con el objetivo de mejorar el rendimiento de sus baterías, además de reducir sus costes (así como su impacto medioambiental) para poder vender vehículos eléctricos a un precio más asequible. Algo que puede ser vital de cara a los modelos que comenzarán a fabricarse en la planta de Landaben a partir de 2026 y 2027 así como para hacer frente al resto de fabricantes europeos, además de a la oleada de modelos chinos asequibles que están por venir incluso con la imposición de los aranceles de Bruselas a Pekín.
Con esta reducción de costes, además de conseguir reducir el impacto medioambiental y aumentar la densidad energética de las baterías (dos grandes retos para la transición energética ya que son dos grandes problemas frente a los motores de combustión convencionales), LG y todas las marcas involucradas en esta tecnología quieren su parte del pastel. No olvidemos que, aparte de su producción de teléfonos móviles y televisores, LG es también suministradora para marcas grandes como Hyundai y lo ha sido para BMW tras los retrasos de la firma sueca Northvolt.