Ayer conocimos la noticia de que Volvo limitaría la velocidad punta de todos sus coches a 180 km/h. Lo quieras o no, aunque tu coche sea un Volvo S60 Polestar Engineered de 420 CV de potencia, no podrás superar la velocidad punta marcada por la electrónica del coche. La finalidad de este artículo de opinión es dar motivos tanto a favor como en contra de esta polémica decisión, y averiguar si tendría sentido que el resto de las marcas la aplicaran a su futuro. Spoiler: mal que nos pese a los petrolhead, solo hemos visto la punta del iceberg.
Por qué tiene sentido limitar la velocidad máxima a 180 km/h
El principal argumento de Volvo es el de la responsabilidad de la marca para con la sociedad, buscando un futuro con menos accidentes, menos heridos graves y menos fallecidos en carretera. Responsabilidad social corporativa, un término a día de hoy distorsionado y manchado por la avaricia e intereses de muchas empresas, que lo «practican» para ganar imagen de marca. Volvo parece más transparente en este aspecto, asumiendo que esta decisión les va a llevar a perder clientes, pero sin cesar en su empeño de un objetivo de cero víctimas.
Galería de fotos de los Volvo Polestar Engineered
La velocidad no es el único causante de los accidentes mortales en carretera, pero es un factor multiplicador. A una gran velocidad, los sistemas de seguridad activa y pasiva de un coche no son capaces de luchar contra las leyes de la física y pierden efectividad. Una salida de vía a 200 km/h en el Volvo más seguro a la venta también tendrá consecuencias graves o fatales. Otro motivo a favor de limitar la velocidad punta de los coches a 180 km/h es el de la eficiencia. En un escenario mundial de reducción de emisiones, tiene todo el sentido.
Esto ya ocurre con los coches eléctricos. El consumo de un coche convencional se dispara a alta velocidad, pero el de un eléctrico puede incluso doblarse o triplicarse. De hecho, muchos coches eléctricos tienen su velocidad punta limitada a 130 o 150 km/h, con el objetivo de que su consumo no se dispare y su autonomía no caiga en picado – la transmisión de una sola velocidad de los coches eléctricos tiene parte de culpa. Si queremos un futuro de bajas emisiones en el sector del automóvil, no nos quedará otra que tomarnos los viajes con más calma.
Por qué no tiene sentido hacerlo
Hasta cierto punto, lo que sigue a continuación es una opinión personal. Creo en la libertad individual frente a las imposiciones externas, frente a un «paternalismo» que supuestamente busca el beneficio colectivo. Sé que a día de hoy, 180 km/h es una velocidad que solo se puede alcanzar legalmente en la red de Autobahn alemanas o en un circuito. No soy asiduo a trackdays, ni a viajes en coche a Alemania. Tampoco me quiero meter en problemas con la ley, pero saber que mi coche está preparado para alcanzar y mantener altas velocidades me reconforta.
En parte, porque sé que existe un enorme margen de seguridad en el diseño de su tren de rodaje – suspensiones, chasis, neumáticos. Un margen que me ofrece una completa confianza en el coche a velocidades inferiores o en conducción deportiva. Una berlina de altas prestaciones capaz de alcanzar los 270 km/h es más segura en una esquiva a 80 km/h que un utilitario básico cuyo tren de rodaje está diseñado para una velocidad límite de 160 km/h. En última instancia, es responsabilidad del conductor, y no de la máquina, el respetar las normas de circulación.
Por qué se terminará limitando nos guste o no
La defensa de una velocidad máxima elevada es un argumento muy petrolhead, una especie en peligro de extinción en un mundo cada vez más controlado, más seguro, más eficiente y más responsable. Nos guste o no, se terminarán imponiendo límites de velocidad al estilo de Volvo, y no descartamos un futuro en el que todos los coches cuenten con una velocidad máxima limitada de fábrica. Las normativas de emisiones, la lucha contra el cambio climático y la tecnología intrínseca a los coches eléctricos van en contra de coches moviéndose a alta velocidad.
Aprovechad estos años. Serán los últimos en los que el automóvil tenga algún tipo de semblanza con el pasado. Serán los últimos en los que se pueda comprar un deportivo barato. Serán los últimos en los que se puede circular sin restricciones. Serán los últimos en los que se pueda «correr».
Galería de fotos del Ford Fiesta ST 2020