Estados Unidos es el principal mercado de SUV y crossover del mundo, principalmente por su gigantesco volumen de operaciones comerciales. Es un mercado donde Ford – la matriz de Lincoln – ha adoptado una estrategia absolutamente centrada en SUV y crossover, dejando como único turismo al Ford Mustang. El último lanzamiento de la marca premium estadounidense es un interesante todocamino premium de grandes dimensiones, en línea con la estrategia de Ford. El Lincoln Aviator es un torpedo tecnológico y refinado, dirigido directamente a la línea de flotación de los BMW X5 y Audi Q7.
Durante años, Lincoln languideció en ventas, con una gama de productos poco diferenciada de la de Ford y productos poco interesantes. Desde hace unos pocos años, Lincoln ha renacido de sus cenizas, y productos tan interesantes como los nuevos Continental y Navigator son la prueba fehaciente de ello. El Lincoln Aviator se sitúa un peldaño por debajo del Navigator, con el objetivo de luchar con lo más granado de los fabricantes europeos. Fabricantes como Mercedes o BMW, que fabrican sus SUV insignia en instalaciones estadounidenses, diseñándolos con el cliente estadounidense en mente.
A nivel de diseño es uno de los mejores productos de Lincoln en años. Un SUV que combina a la perfección las líneas rectas de su perfil lateral y superficie acristalada con superficies más amables, como las presentes en sus ópticas frontales o calandra cromada. Consigue ser elegante e imponente, sin resultar ostentoso o barroco, un equilibrio difícil de lograr en estos tiempos. Algunos de sus diseños de llantas son sencillamente espectaculares. Quizá el único punto mejorable – y esto es una opinión personal – es una zaga demasiado discreta, con detalles cromados y cuatro tubos de escape como notas de color.
Guarda ciertos paralelismos con coches como el Volvo XC90, gracias a un diseño de líneas limpias, sin llegar a ser tan anguloso como un Range Rover o tan recargado como un BMW X5. En su interior encontramos materiales de alta calidad, y una aproximación minimalista. No hay demasiados botones a la vista, centrándose el grueso de funciones en la enorme pantalla de la consola central. Las inserciones de aluminio pulido y el cuero de color gris son detalles bienvenidos en un mundo excesivamente dominado por el «piano black». La instrumentación es una pantalla de 12,3 pulgadas, completamente digital.
Construido sobre la misma plataforma del futuro Ford Explorer, el Lincoln Aviator está movido por un motor 3.0 V6 EcoBoost, con una potencia final de 400 CV y 542 Nm de par motor máximo, asociado a una caja de cambios automática de diez relaciones. El Aviator se venderá en versiones de propulsión y en versiones de tracción integral permanente. En un futuro también llegará una versión híbrida enchufable, de la que aún no conocemos muchos detalles, más allá de una potencia de 450 CV y un par motor superior a los 800 Nm. Su batería está ubicada bajo el habitáculo, y le permitirá recorrer más de 50 km en modo 100% eléctrico.
Otros puntos a mencionar del nuevo Lincoln Aviator es una completísima suite de seguridad activa, así como elementos premium como un equipo de sonido Revel Ultima con 28 altavoces y sonido tridimensional, asientos eléctricos con masaje, climatización y hasta 30 ajustes o una suspensión adaptativa que regula la dureza de los amortiguadores en tiempo real – una cámara lee la superficie de la carretera para que la comodidad del pasaje sea máxima. Este todocamino premium tendrá seis plazas – organizadas en tres filas – y no se venderá en Europa: por el momento Lincoln es una marca centrada en el mercado estadounidense.