La ola de calor que asola España estos días ha disparado los termómetros hasta los 43 grados, según ha apuntado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Temperaturas extremas que afectan, también, a nuestra conducción. Y es que para evitar las consecuencias de la falta de hidratación, es más importante que nunca contar con una botella de agua en el coche: algo tan necesario como peligroso si no la llevamos correctamente.
Explica la Dirección General de Tráfico que los efectos de la deshidratación en nuestra conducción son semejantes a los del exceso de alcohol: en ambos estados podemos llegar a cometer el mismo número de errores al volante que en condiciones normales. Un estudio de la Universidad de Loughborough (Reino Unido) asegura que la falta de hidratación provoca mareos, fatiga, pérdida de concentración, dolor de cabeza y somnolencia. En este escenario, el riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta hasta en un 60%.
Tres peligros
Evitar esta situación es tan sencillo como beber agua, pero una botella mal colocada puede convertirse en un peligro. Desde Ocasión Plus recuerdan que estos elementos pueden transformarse en un proyectil, convertirse en un obstáculo para nuestra conducción e, incluso, en una amenaza para nuestra salud.
Efecto elefante
Cuando nos vemos obligados a frenar de golpe y de manera brusca se produce el ‘efecto elefante’: los objetos que van sueltos en el interior del coche multiplican el valor de su masa convirtiéndose en peligrosos elementos que pueden golpear al conductor o a sus acompañantes. En un frenazo a 60 km/h, una botella de un litro tendría una fuerza equivalente a 60 kilos. Razón por la que debemos llevarla en un portavasos, en los huecos portaobjetos o en la guantera.
Bloqueo de pedales
No es el único motivo. Si nuestra botella de agua cae al suelo y llega a la zona de los pedales puede bloquear el embrague, el acelerador o el freno interfiriendo de manera peligrosa en la conducción.
Tu salud
Informan, además, en Ocasión Plus que una botella sometida a una temperatura extrema de 50 grados puede ser un riesgo sanitario. ¿La razón? Si un microorganismo entra en contacto con el agua se reproducirá rápidamente y al beber podemos contraer una enfermedad: por ello tampoco es aconsejable usar recipientes que lleven cierto tiempo en el interior del coche.
La multa por beber agua al volante
Por último, es importante saber cómo tenemos que hidratarnos: debemos parar el coche en un lugar seguro, beber agua y reanudar la marcha. ¿Por qué? Porque para hacer este gesto, inevitablemente, tenemos que retirar una mano del volante y apartar la vista de la carretera: si tardamos cuatro segundos y circulamos a 100 km/h, habremos recorrido a ciegas 113 metros.
No existe una multa específica para este gesto, pero puede ser interpretado por los agentes de Tráfico como una pérdida del control del vehículo además de como un riesgo para nuestra seguridad vial y la del resto de usuarios de la vía. Por lo tanto, amparándose en el Artículo 18 del Reglamento de Circulación (el que obliga a un conductor a mantener su propia libertad de movimientos), pueden imponer una sanción de hasta 80 euros.
