No es necesario indagar demasiado para entender que, detrás de las altísimas sumas que se manejan en subastas de coches exóticos, y de la revalorización que se produce en ciertos coches clásicos en el mercado de ocasión, necesariamente ha de haber algo más que un ajuste derivado de la oferta de coches disponible, y la demanda de conductores que ven en ellos algún interés. La crisis financiera ha llevado a muchos inversores a refugiarse en valores alternativos, a huir de productos con rentabilidades bajas para invertir en arte, vinos o, incluso, en coches clásicos.
En Alemania recomiendan la inversión en coches clásicos
Estos días en Bloomberg reflexionaban acerca de este tema y de cómo la banca alemana está recomendando a sus clientes la inversión en coches clásicos de fabricantes nacionales, de marcas como Audi, BMW, Mercedes-Benz y, sobre todo, Porsche.
Porsche 911
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De manera que los índices que habitualmente se emplean en las tasaciones de coches clásicos son cada vez más una guía para inversores que buscan altas rentabilidades y las entidades financieras cuentan con cada vez más expertos en coches clásicos y exóticos que, generalmente, recomiendan estas inversiones a clientes con más de un millón de euros en activos y en la adquisición de vehículos que superen los 100.000 euros.
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El coche clásico como producto financiero
Estas inversiones generalmente centran su atención en los productos que históricamente más se han revalorizado en los últimos años. Por ejemplo, ciertas versiones del Porsche 911 han llegado a revalorizarse un 683% en los últimos 13 años. De ahí que la inversión recomendada, superior a los 100.000 euros, se centre en coches especialmente raros, producidos en series muy limitadas. Por debajo de esas cifras la rentabilidad queda mermada por otros costes que intervienen en la adquisición de un coche, como impuestos, seguros, el mantenimiento, y el hecho de que un automóvil requiera algo más que una caja fuerte para preservarlo correctamente.
Es cierto que no podría haber nada peor para aquellos que queremos que los coches clásicos rueden, que se utilicen para lo que inicialmente fueron concebidos, y no para descansar en garajes ocultos, acumulando valor. Pero también que, incluso aquellos que recomiendan este tipo de inversiones, también piden cautela, y un buen asesoramiento. Ni todos los coches se revalorizan tanto ni, por suerte, estas inversiones alterarán los precios de ciertos clásicos de los cuales existe un mercado relativamente amplio.
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