Puede que haya llegado el momento de abordar la posibilidad de que los coches voladores se conviertan en una realidad en un futuro más cercano de lo que imaginamos (en la película Regreso Al Futuro 2 fallaron por tan sólo 13 años). Según la estimación proporcionada por Hyundai es muy probable que se comience a vender coches voladores en 2028, aunque debemos recordar que ya existen taxis aéreos.
Aspectos a tener en cuenta antes de conducir coches voladores
Sin duda es una incursión ambiciosa y emocionante que, de ser puesta en práctica, podría tener un gran impacto en la sociedad y en la forma en la que nos movemos en el día a día. Los coches voladores podrían permitirnos viajar a lugares que antes eran inaccesibles a través de carreteras o a pie, y podrían ser particularmente útiles en situaciones de emergencia, como por ejemplo si un familiar, amigo o conocido se queda varado en la carretera de noche o camino a un pueblo cercano.
Sin embargo, antes de que podamos empezar a imaginar un futuro de coches voladores por nuestros cielos, es importante que se investigue a fondo sin con la tecnología actual es viable y seguro que se comience a vender estas soluciones de forma masiva. En este sentido, es importante realizar pruebas que puedan asegurarnos que los coches voladores pueden conducirse de manera precisa y segura, además de descartar posibles escenarios de emergencia en el aire.
Otro aspecto a tener en cuenta son las implicaciones éticas y sociales que pueden surgir de la presencia de los coches voladores en nuestros cielos. Los coches voladores podrían tener un impacto significativo en nuestro medio ambiente, especialmente en términos de contaminación acústica, además según en qué lugares se podría vulnerar la privacidad de las personas que viven en áreas circundantes a las rutas que utilicen los coches voladores
José Muñoz, presidente y director de operaciones de Hyundai Motor Company, cree que los fabricantes europeos deberían aprender de las estrategias empleadas por EE.UU. para aumentar la inversión en alta tecnología y mantener la competitividad. También destaca la necesidad de niveles eficientes de automatización en la fabricación para mejorar el desempeño en el mercado europeo.
Señala que, aunque España haya producido más coches y barcos en el pasado, hoy Corea produce más en ambas industrias gracias a su inversión en investigación y desarrollo y a la competitividad de sus fábricas. Afirma que esto se debe a que proporciona a los trabajadores las herramientas que necesitan para ser productivos en lugar de basarse únicamente en medidas de reducción de costes.
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