Siempre me ha llamado la atención el cartel presente en algunos parques de atracciones o barracas de feria. «No apto para débiles de corazón», o una fórmula similar, repetida para evitar demandas a los dueños de la atracción en caso de complicaciones sanitarias. El Lotus Exige Cup 430 debería tener un cartel parecido en su puerta, ya que estamos hablando del Lotus de producción más rápido, más agresivo y más directo jamás producido. Básicamente se trata de un ligero y grácil Exige en cuyas entrañas se ha transplantado a calzador el potente motor 3.5 V6 de 436 CV del Lotus Evora GT430.
La pieza más importante de este Lotus Exige es su motor, un desbocado V6 de 3,5 litros – cuyos orígenes son un humilde Toyota Camry, lo creas o no – sobrealimentado por un compresor volumétrico Edelbrock. Este motor de aluminio desarrolla 436 CV a 7.000 rpm, acompañados de un par máximo de 440 Nm, constantes entre las 4.000 rpm y las 6.800 rpm. Como podéis ver, es un propulsor que entrega lo mejor de sí mismo en la parte alta del cuentavueltas, gracias al compresor, reteniendo ese carácter puntiaguado de los atmosféricos. Un carácter subrayado por una nota de escape gutural, rabiosa, enfadada.
Lotus Exige
Es cortesía de un nuevo escape de titanio, que además contribuye a reducir en 10 kilos el peso del conjunto. Lo que nos lleva de forma natural a la otra característica definitoria de este Lotus Exige: la reducción de peso. En vacío, este Lotus Exige pesa sólamente 1.056 kilos. No es tan ligero como los Elise, y desde luego no son los escasísimos 798 kilos del Lotus Elise Sprint, pero estamos hablando de un coche equipado con un motor V6 y prestaciones dignas del mejor de los superdeportivos italianos. Con 407 kg/tonelada, nadie debería de pedir un kilo más de adelgazamiento o un caballo más…
La carrocería del Lotus Exige Cup 430 ha sido construida en fibra de carbono en una parte importante, con paneles como el techo, el capó trasero, el difusor o el splitter frontal acabados en este ligero material. Esculpido en el túnel de viento, no solo pretende dar al coche un aspecto agresivo y reducir su peso, eleva de forma muy considerable la carga aerodinámica del coche, pensado con los más fanáticos de los circuitos en mente. Genera la misma carga aerodinámica a 160 km/h que un Lotus Exige Sport 350 a su velocidad máxima de 274 km/h. Su carga aerodinámica máxima es de unos monstruosos 220 kilogramos.
El resultado de toda esta diatriba es que ha dado una vuelta al circuito de pruebas de Hethel en 1.24,8, 1,2 segundos más rápido que el meteórico Lotus 3-Eleven – más ligero y más potente. Con un 0 a 100 km/h de 3,3 segundos, este Lotus Exige presume de una dinámica superior a la de prácticamente cualquier otro Lotus. Otros factores que contribuyen a su enorme eficacia es un nuevo embrague, con un plato de fricción de 240 mm, 12 mm más grande que el de un Exige Cup 380. También dispone de serie de un control de tracción ajustable – con cinco presets controlables por el conductor – y un equipo de frenado de alto rendimiento firmado por AP Racing.
Con pinzas de cuatro pistones y discos de 332 mm en ambos ejes, posee unos de los frenos más grandes jamás equipados en un Lotus de calle. Por último tampoco podemos olvidar sus amortiguadores Nitron, con hasta 24 ajustes disponibles en compresión a baja velocidad, 16 ajustes para compresión a alta velocidad y 24 ajustes para el rebote. La guinda la ponen sus neumáticos, unos devastadores Michelin Pilot Sport Cup 2, en medidas 285/30 R18 para el tren trasero y 215/45 R17 para el tren delantero. Su precio para el mercado alemán es de 127.500 euros, más de lo que cuesta todo un Porsche 911 Carrera T.