Desde hace unos años Lotus es propiedad del gigante chino Geely. Esto ha permitido a la marca recibir una enorme inyección económica, así como acceso a multitud de tecnologías y plataformas. Lanzamientos como los Lotus Eletre demuestran el buen hacer de Lotus, pero han supuesto un abandono radical de su legado y han alienado a la mayor parte de sus clientes tradicionales. La reconversión de Lotus ha sido dolorosa. La nueva Lotus necesita reconquistar a los amantes del motor… y quiere hacerlo con este guiño al McLaren F1: un triplaza purista y eléctrico.
Un triplaza eléctrico, con 1.000 CV y un peso de 1.600 kilos
¿Será esto suficiente para conquistar a los más petrolheads? ¿Será suficiente para atraer a aquellos que sueñan con un Lamborghini o un Ferrari? Lotus quiere que la respuesta a estas preguntas sea un rotundo sí, y por ello, han presentado el Lotus Theory 1. Este prototipo podría anticipar el lanzamiento de un supercoche eléctrico de acceso – el Lotus Evija es un hipercoche de altos vuelos – y es, en sí mismo, un claro guiño a coches tan queridos en la marca como los Lotus Esprit S1, presentados en el lejano año 1976.
Fotos del Lotus Theory 1
El coche que posicionó a Lotus como serio rival de Ferrari y Porsche fue un icono del diseño y de las altas prestaciones, además de ser un coche Bond. El Lotus Theory 1 quiere convencer a los puristas de la marca de que un eléctrico puede ser emocionante. Está construido en torno a un nuevo monocasco de fibra de carbono, y su carrocería es escultural. Está construida en fibra de carbono – con detalles forjados expuestos – y es pura aerodinámica. Es extremadamente angulosa y su forma en cuña, de nuevo, es un guiño al Esprit.
Nos gusta su mirada, muy afilada y agresiva, y su relativa limpieza de líneas. No obstante, la mezcla de sus partes más angulosas con una superficie acristalada muy redondeada no acaba de convencerme. La apertura de sus puertas es de lo más curiosa, y deja acceso a un habitáculo triplaza con una posición de conducción central. Es una configuración idéntica a la del McLaren F1, quizá el mejor supercoche de todos los tiempos. El habitáculo es conceptual, pero es muy minimalista y sencillo, algo muy necesario en la marca hoy en día.
A nivel técnico, empiezan a asaltarme las dudas. Con una batería de 70 kWh de capacidad y dos motores eléctricos, este supercoche desarrolla 1.000 CV de potencia y presume de 400 km de autonomía. Gracias a su construcción ligera tiene un peso de solamente 1.600 kilos, logrando un 0 a 100 km/h de solo 2,5 segundos. Es un coche suficientemente ligero, pero no debemos olvidar que pesa tanto como dos Lotus Elise. Los motores eléctricos son elementos estructurales del chasis, pero Lotus ha implementado un sistema de dirección by-wire en el Theory 1.
A los petrolheads y amantes de la conducción no les gusta esto, aunque Lotus afirme que la desmultiplicación de la dirección y su respuesta (simulada) sea ajustable. Tampoco les gustará que el coche tenga un cerebro electrónico Nvidia Drive capaz de ofrecer conducción autónoma de nivel 4. Para compensar esta experiencia aséptica, Lotus ha colaborado con Motorskins, una empresa que instala motores hápticos en los asientos y volante, ofreciendo (de nuevo) una simulación de la retroalimentación que recibiríamos de forma natural en un coche deportivo.
Los motores hápticos y una pequeñas cápsulas inflables sí podrían llegar a coches de producción, aunque su uso podría ser también informativo, o ayudarnos a mejorar nuestra seguridad – por ejemplo, despertando a un conductor que se ha quedado dormido o indicándole hacia donde debe girar. El Theory 1 es un laboratorio de ideas y diseño, anticipando el futuro más pasional de Lotus. Si el coche lo hubiese presentado una marca tradicional, posiblemente estaríamos viéndolo con otro prisma, y no juzgándolo con tanta dureza.
Su mayor reto quizá sea el emblema que lleva sobre el capó, y lo que este representa.
Fotos del Lotus Theory 1