Con la gasolina y el diésel batiendo récords cada semana, cualquier truco que nos ayude a ahorrar siempre es bienvenido. Os hemos dado consejos para encontrar una gasolinera barata, os hemos recomendado aplicaciones, también os hemos dado alguna recomendación sobre conducción para ahorrar y os hemos hablado del combustible low cost. Ahora ha llegado el momento de resolver un enigma: ¿es el lunes el día más barato para repostar o es otro de los mitos que todos nos hemos creído?
Cada semana, los precios medios de la gasolina suben a ritmo de máximos históricos. Ahora mismo, en España, el litro cuesta 1,57 euros: hacía más de diez años que no superaba la barrera del euro y medio. Las cosas no son diferentes para el diésel cuyo litro tiene un coste de 1,46 euros.
Antes de desvelar si echar gasolina es (o no) un mito, conviene recordar algo que nos va a ayudar a entender la explicación: la ley de la oferta y la demanda. ¿En qué consiste? Cuanto mayor sea la demanda, mayor será el precio al que se ofrece. Algo que se puede agudizar, incluso, cuando el bien que queremos es finito como ocurre con el combustible: la producción diaria está fijada en 400.000 barriles y, de momento, la OPEP no tiene previsto aumentar esa cifra por mucho que se incremente la demanda.
Sí, es cierto
Hechas las pertinentes aclaraciones, no vamos a andarnos con más rodeos: es cierto. Echar gasolina un lunes puede suponer un ahorro de varios euros dependiendo de los litros que admita el depósito de tu coche. El primer día de la semana los precios de la gasolina y el diésel pueden llegar ser entre un 1 y un 2% más bajos.
La razón hay que buscarla en la economía: según la Organización de Consumidores y Usuarios y en la Comisión Nacional de la Energía es una estrategia comercial de las gasolineras. Cada lunes, las estaciones de servicio deben enviar a la Unión Europea un registro con los precios de todos sus productos. De esta manera, la UE realiza un seguimiento y una comparación de las cifras de todo el Viejo Continente. Y para salir mejor paradas en esas estadísticas, envían estas cifras que son más bajas a las del resto de la semana.
Ten en cuenta que este comportamiento no es fijo: si te pasas por la gasolinera un lunes que coincide con un festivo, con un puesto, con un período vacacional nacional o con alguna Operación Salida o Retorno… los precios no serán tan bajos como esperabas. Aquí recuperamos nuestra pequeña lección económica sobre la ley de la oferta y la demanda: los proveedores saben que en esos escenarios se incrementa el número de coches que van a pasar por la estación de servicio así que aprovechan para subir el listón.
Sábado: el día más caro
Es la misma premisa que aplican los viernes, los sábados (sobre todo) y los domingos. El fin de semana es el momento en el que muchos aprovechan para iniciar viajes, para hacer pequeñas escapadas, trayectos de un día o, simplemente, para moverse por la ciudad. Si hay más circulación, habrá más demanda de combustible… y el precio al que nos lo ofrecen será más caro.
Las cifras de la gasolina y el diésel van creciendo a medida que avanza la semana y se acerca el fin de semana. Es sencillo deducir, por lo tanto, qué día tenemos que evitar pasar por la estación de servicio para llenar el depósito porque el agujero en nuestra cartera será más grande lo habitual: el sábado, que es el día más caro para echar gasolina.
