Sin el Willys, jamás hubiera existido Jeep. Sin el Willys, el vehículo militar que daría origen al todoterreno comercial, la historia del 4×4 hubiera sido completamente diferente de la que conocemos. De manera que es natural que, cuando han pasado más de ochenta años desde que entrase en servicio bajo la ley de préstamo y arriendo en las campañas aliadas del Norte de África y el este de Europa de la Segunda Guerra Mundial, sigamos considerándolo la excelencia 4×4 y el padre de los todoterreno modernos.
El 4×4 de los 20.000 €
Fabricado inicialmente por Ford y Willys-Overland, el Willys acabaría produciéndose bajo licencia por todo el mundo y, lo que inicialmente era un apodo, se convertiría en una marca. Jeep es a día de hoy la heredera de la imagen del Willys, que independientemente de aspectos técnicos se traslada a una gama en la que hay sitio para SUV, pero también para auténticos 4×4, como el Wrangler. De ahí que sea natural que existan marcas y fabricantes que aún hoy en día se sigan inspirando en esa imagen, y en el propio Willys, hasta sortear la barrera de la imitación y el plagio.
En 2018 fue la sección norteamericana de Mahindra, el principal fabricante del automóvil de India, la que se propuso «homenajear» al Willys, al Jeep original, con el todoterreno que podemos ver en estas imágenes. Y, para sorpresa de nadie, tuvo que vérselas en los tribunales con Jeep.
El Jeep Willys de «bajo coste»
Hace unos años, mi compañero Sergio ya nos contaba en el vídeo que podemos ver sobre estas líneas y en su artículo sobre el Mahindra Roxor, los entresijos de esta suerte de Jeep Willys de bajo coste. Este 4×4 se comercializa en Estados Unidos, pero bajo una homologación especial, conocida como «side by side», que lo sitúa en un punto intermedio entre un quad y un coche propiamente dicho.
Como resultado de esta homologación, el Mahindra Roxor no tiene permitida la circulación por carreteras públicas. Lo que no impide que sea un juguete de lo más apetecible para salir del asfalto.
El Mahindra Roxor más asequible parte de los 20.599 dólares, que son 19.302 euros al cambio actual. Es un vehículo sencillo, pero sobre todo ligero. Y con 1.377 kilogramos en vacío los 62 CV de su motor diésel son más que suficientes. Chasis de largueros y travesaños, ejes rígidos, una distancia entre ruedas mínima como en el Willys original, una buena altura libre al suelo, sistema 4×4 conectable, reductora y bloqueos de diferencial delanteros y traseros opcionales, hacen lo propio para conseguir que sus capacidades 4×4 puedan enrojecer a la mayoría de los todoterreno modernos.
Los litigios con Jeep
Las similitudes entre el 4×4 económico de Mahindra y el Willys cuyos derechos son propiedad de Jeep, pero sobre todo con algunas de sus características de diseño más reconocibles, hicieron que Jeep llevase el caso a los tribunales. Así las cosas, Mahindra revisaría en 2020 el diseño del Roxor, eliminando detalles como su parrilla de láminas verticales, marca registrada y seña de identidad de Jeep.
Aún así, los abogados de Jeep seguían viendo en el Roxor una «copia prácticamente idéntica» del concepto de 4×4 propiedad del grupo, ahora Stellantis, por «la forma de carrocería en forma de caja, con los laterales de apariencia plana y el voladizo trasero prácticamente a la misma altura que el capó».
Pero los tribunales han dictado sentencia y consideran que el Mahindra Roxor, con su diseño revisado de 2020, puede comercializarse en Estados Unidos y no infringe la propiedad intelectual de Jeep (Automotive News).
Un 4×4 que, de momento, no llega a Europa
En Europa, por desgracia para muchos fans del 4×4, y por suerte para Jeep, el Mahindra Roxor aún no se comercializa, ni tampoco está previsto que vaya a suceder.
En cualquier caso, no parece que hubiera ningún impedimento normativo para que no sucediera. Tal y como ya apuntaba mi compañero Sergio, el Mahindra Roxor no podría comercializarse como un automóvil, por sus características técnicas y por prescindir de medidas de seguridad que son imprescindibles en un coche moderno. Pero sí podría estar disponible como Vehículo Especial Multiservicio, como otros buggies disponibles en el mercado, y además podría utilizarse en carreteras públicas, siempre limitado a una velocidad máxima de 70 km/h y por lo tanto fuera de autovías y autopistas.
