En los últimos años, el paisaje corporativo global ha sido testigo de una transformación silenciosa, pero profunda, impulsada por la creciente influencia de las empresas chinas en los mercados occidentales. Muchas se han adueñado de una manera lenta, aunque incesante, de compañías históricas y de renombre en nuestras latitudes mediante la compra de acciones, hasta el punto de hacerse con el control de sus estrategias y sus decisiones. Por supuesto, la industria del automóvil no ha sido una excepción a este fenómeno que varios tildarán de indeseable.
Con planes basados en adquisiciones y participaciones significativas, conglomerados como el de Geely han logrado tomar las riendas en reputadas marcas de coches en Europa, región donde ha traído otras firmas de origen oriental que también son de su propiedad. Esto ha redibujado las líneas de poder en el sector. Fabricantes que alguna vez fueron símbolos de orgullo nacional, como la sueca Volvo, seguirán siendo líderes (quizás) en términos de innovación, pero ya han pasado a estar bajo la autoridad o el dominio del capital chino, lo que genera preocupación sobre la autonomía y el futuro del motor o del transporte en este continente.
Esta tendencia, si bien es el reflejo de un cambio en el equilibrio económico mundial, no hubiese sido posible sin una transición forzada, política y artificial hacia tecnologías de propulsión en las que Asia nos lleva ventaja tanto por conocimientos y desarrollos como por capacidad de inversión e influencia sobre la cadena de suministro. Pero, en cualquier caso, plantea interrogantes sobre cómo las compañías occidentales, y sobre todo las europeas, pueden mantener su identidad y mando en un contexto cada vez más dominado por el poder financiero chino. Veamos el ejemplo de la citada Geely.
Las 10 marcas de Geely en Europa (y las que vendrán dentro y fuera de la automoción)
Geely es una de las compañías automotrices más grandes de China y ha expandido su influencia global, especialmente europea, a través de la adquisición y participación en varias marcas de coches populares, además de introducir las suyas. A continuación, una lista con las firmas presentes en nuestro territorio sobre las que Geely tiene poder, ya sea como única dueña, como accionista mayoritario, con una intervención económica considerable o mediante una asociación estratégica con el fabricante. Son las siguientes:
- Aston Martin: participada al 17% desde 2023.
- LEVC: compra absoluta de los taxis londinenses.
- Lotus: socio mayoritario (un 51%) desde 2017.
- Lynk & Co: firma conjunta con Volvo en 2016.
- Mercedes-Benz: participada al 10% desde 2018.
- Polestar: marca conjunta con Volvo en 2017.
- Renault: intercambio accionarial en Horse (2021).
- smart: empresa conjunta con Daimler en 2019.
- Volvo: adquirida totalmente a Ford en 2010.
- Zeekr: creación y plena propiedad desde 2021.
Adicionalmente, Geely posee o es gran accionista de otras marcas, fuera de Europa o en sectores que, aunque relacionados o vinculados en mayor o menor medida, no son estrictamente automoción. Algunos ejemplos variados son Proton, Farizon, Autobay, Terrafugia, Volocopter, Mitime, Radar, Geometry, Jiajiayuen y la propia Geely Auto. Se cree que muchas de estas empresas podrían acabar también en nuestra región, lo que aumentaría, más si cabe, el poder de Geely.
