Hace unos días Pere Navarro, director general de la Dirección General de Tráfico, participó en un webinar organizado por Pons Seguridad Vial, en el cual defendió las nuevas reformas del reglamento de cara al próximo año 2021, con medidas estrellas como la retirada de seis puntos por conducir con el móvil en la mano o el certificado para poder circular con patinetes eléctricos. Sin embargo, entre esos argumentos dejó ver entre líneas la posibilidad de aumentar los casi 1.400 radares de los que dispone actualmente.
El exceso de velocidad está presente en el 20 % de los accidente mortales
Pere Navarro aprovechó el altavoz que le proporcionó el mencionado webinar para defender sus nuevas medidas, sobre todo las que más titulares han acaparado. Así pues, justificó esa subida de 3 a 6 puntos en la sanción por conducir hablando o usando el móvil en el peso que ha adquirido desde que se aplicó el actual carnet por puntos, en especial con las llamadas aplicaciones de mensajería instantánea, que además de disminuir la atención al volante, también obligan a apartar la vista de la carretera.
Sin embargo, uno de los «pasajes más interesantes» tuvo lugar tubo lugar cuando se refirió al exceso de velocidad como una de las mayores causas del accidentes y de mortalidad en nuestras carreteras, a lo que añadió que la única forma de solventar estas situaciones es un «mayor control», recordando que en España hay cerca de 1.300 radares de velocidad – en realidad son 548 radares móviles, 764 radares fijos y 80 radares de tramo -, una cifra muy baja comparada con los 4.000 radares de Francia u 8.000 de Reino Unido, por lo que a nuestro entender el director general de la DGT se estaría plantando elevar el número de los mismos.
Además, también nos dejó una serie de reflexiones y apuntes de no menor importancia. Para empezar, se mostró totalmente en contra de limitar la edad máxima para poder conducir, debate que se abrió a finales de verano cuando la Fiscalía de Salamanca propuso identificar con la letra M a los conductores mayores de 70 años, subrayando además que el gobierno que aprobase tal medida estaría abocado a un fracaso electoral. Por otro lado también destacó que «España tiene un problema con el alcohol», pues a pesar de que las infracciones relacionadas con esta conducta continúan disminuyendo (en datos de la AEA, en 2018 se efectuaron 124.609 por las 112.365 de 2019), el año pasado fueron 48.000 los conductores condenados penalmente por ello.
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Fuentes: El Español | Atresmedia
