En la actual Stellantis controlada por Carlos Tavares, con tantísimas marcas involucradas (una quincena, fruto de la suma de lo que eran PSA y FCA), todas tienen la misión de generar ingresos. Ahora bien, en un mercado tan competido y en medio de tantos cambios, hay algunas que están sufriendo más de lo esperado – y unas de ellas es una clásica como lo es Maserati, con un inicio de año decepcionante en lo que se refiere a las cuentas.
Momento complicado tras dejar de ofrecer varios modelos
En la marca del tridente iba a ser un momento complicado casi por necesidad. Pillada en medio de una transición eléctrica en un momento donde ha descendido el interés y la demanda de coches eléctricos, incluso en el sector de lujo, Maserati dejó de fabricar coches que tradicionalmente siempre han funcionado bien. Hablamos de modelos como el Quattroporte o el Ghibli, sus modelos más comunes, mientras que el Levante, el que supuso el primer SUV de su historia, dejó de fabricarse el pasado mes de marzo (Automotive News Europe).
Esto implica que los modelos con los que cuenta Maserati en la actualidad son el Grecale, cuyo volumen de ventas no está siendo el esperado – y no está siendo capaz de ocupar el vacío que supone que Porsche deje de fabricar el Macan de gasolina – así como los GranCoupé y GranCabrio eléctricos lanzados recientemente. Su punta de lanza, el superdeportivo MC20 lanzado en 2020 y que cuenta con la variante descapotable Cielo, tampoco está amasando un gran número de ventas pese al esfuerzo de la marca llevado a cabo este año en el Festival de Goodwood con las versiones especiales del MC20.
A nivel global, Maserati ha vendido unos 6.500 ejemplares entre enero y junio, una gran caída con respecto a los 15.300 de 2023, lo que ha llevado a una pérdida operativa ajustada de unos 82 millones de euros. 2.108 de esas unidades eran los Grecale vendidos en Europa mientras que el MC20 logró 97 ventas frente a las 202 de 2023.
Es cierto que hay modelos que están por venir, como el MC20 Folgore eléctrico que debería llegar en 2025 seguido de una variante 100% eléctrica del Levante para 2027, así como una versión eléctrica del Quattroporte. Ahora bien, el primer caso no es uno que vaya a crear mucho volumen mientras que para los otros casos aún habría que esperar bastante, resintiéndose por tanto de retirar los Quattroporte, Ghibli y Levante de combustión.
Un futuro no del todo seguro para la marca del tridente
Por un lado, la jefa financiera de Stellantis Natalie Knight espera que Maserati se centre en el valor de la propia marca, ofreciendo SUV y deportivos como ya hace en la actualidad. «El futuro está en cómo mantengamos el mejor valor. Puede haber un momento en el futuro en el que veamos cuál puede ser su mejor hogar«, declaró Knight. El problema está en que Tavares ya ha dejado claro que, en pleno periodo de transición, no se puede permitir que haya marcas que vayan a pérdidas con un abanico de marcas tan extenso como es el caso de Stellantis.
Por ende, habrá que esperar para ver los futuros movimientos de una marca con tanta historia a sus espaldas. También hay que recordar que cuenta con su propio programa de carreras – el de la Fórmula E, con cierta relación con sus GranCoupé y GranCabrio, y el de carreras cliente con los MC20 GT2, un coche de carreras hecho para una categoría bastante nicho situada en tiempos por vuelta entre los GT3 y GT4.
Maserati Grecale 
