ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Actualidad

4 MIN

Se necesitaron 35 años para desarrollar esta bestia con motor V12, el test más largo de la historia

Normalmente, el periodo de desarrollo de un coche, desde su concepto inicial hasta las pruebas de desarrollo, unidades preserie y su llegada a los concesionarios, comprende unos 5 años – algo que se ha acelerado con el tiempo, pues antes esos plazos eran más largos. No obstante, hubo una anomalía en el tiempo y un coche en concreto necesitó nada menos que… ¡35 años! para terminar su sesión de test. Naturalmente, no era un coche convencional.

Matra MS640, un proyecto abandonado nada más nacer

Vista delantera y parcial lateral del legendario Matra MS640 de 1969

Durante la década de los sesenta, la empresa armamentística Matra compitió tanto en F1 como en Le Mans con sus propios chasis y motores. Para ganar en Le Mans, se pusieron manos a la obra con el sucesor del MS630 que llegó a rozar el podio en las 24 Horas de Le Mans de 1968 (Matra Sport). Se optó por el motor MS9, un V12 3.0 a 60º directamente sacado de la F1. En comparación con los V8 de sus rivales era bastante tragón, no muy potente ni tampoco muy fiable, pues tendía a sobrecalentarse… y a dejar sordo a medio paddock por su brutal sonido.

Pero su V12 era su orgullo patrio y trabajaron con este motor – pues de hecho el MS630 que casi logró el podio llevaba este mismo motor y no se retiró por problemas en el mismo. En F1 tenía la desventaja de no poder integrarse el motor con la estructura como sí se podía con el Ford-Cosworth DFV… pero para Le Mans, en un prototipo, la historia podría ser distinta.

El MS640 contaba con el motor MS9, un V12 ensordecedor sacado de la F1

Vista lateral Matra MS640 en museo, aerodinámica y diseño icónicos.

Para 1969, Matra pidió a Robert Choulet un coupé muy aerodinámico de chasis tubular, un coche expresamente hecho para ganar en Le Mans. Este MS640, con el motor V12 atmosférico 3.0 procedente del MS11 de F1, se hizo con forma muy redondeadas, semicarenado en el eje trasero y unas aletas detrás para ganar estabilidad a altas velocidades – apenas pesaba 720 kg en vacío. Henri Pescarolo fue el primero en probarlo… y en la parte más rápida del circuito, el coche despegó y acabó siendo un amasijo de hierro y llamas del que Pescarolo sobrevivió de milagro.

Choulet consideró que el accidente fue culpa del propio Pescarolo, quien fue a fondo en vez de aumentar el ritmo poco a poco. El problema estaba en la parte superior de las puertas, que flexaban a altas velocidades hasta convertirse en apéndices que descontrolaban el coche. Si se hubiera ido más despacio se hubiera detectado el problema. De todas formas, el proyecto fue abandonado y Matra correría con el MS650, acabando cuarto en Le Mans 1969.

El MS640 fue el gran fracaso de Matra… pero la historia volvería para rescatarlo

Perfil icónico del Matra MS640 con diseño aerodinámico único.

Tras ser despedido de Matra, Choulet ficharía por Porsche, contribuyendo al legendario 917LH, además de éxitos con Ligier y Jordan en F1 en décadas posteriores, así como el Audi Quattro en el WRC y en los Peugeot 905 que ganarían en Le Mans en 1992 y 1993. Matra, por su parte, perfeccionó sus motores V12 hasta dominar en Le Mans entre 1972 y 1974.

20 años después de aquel accidente se descubrieron los moldes originales y años después el fabricante de barquetas Norma construyó una segunda unidad en base a los planos originales. Fue necesario esperar otros 9 años, pero en 2024 EPAF restaurar el coche (EPAF). Y, ya puestos, a continuar con los test. Pescarolo, ya a sus 62 años, aceptó el reto y volvió a subirse al coche con el que sufrió aquel duro accidente 35 años antes.

Final feliz: Pescarolo logró mantener el coche en el suelo pese a no tener frenos delanteros

Vista lateral Matra MS640, icono de resistencia y diseño aerodinámico avanzado.

El problema del apoyo aerodinámico seguía estando – se colocó un sensor en la suspensión para detectar el riesgo, un sensor que se activaba al momento en el que se subía el ritmo. Se trató de contrarrestar el problema bajando el morro, pero eso implicaría que tocaría el asfalto al frenar… salvo que se prescindiera de frenos delanteros. Una idea completamente absurda y arriesgada, pero que Pescarolo no dudó en probar.

El coche no daba alarmas, pero los frenos traseros debían de hacer todo el trabajo, de modo que prendieron fuego. Pero, aún así, Pescarolo no sólo logró controlar el coche, sino que dio la vuelta completa alcanzando los 290 kilómetros por hora, mucho más rápido que cuando despegó 7 lustros antes. Pescarolo sonreía, sabedor de que había domado a la bestia y había completado esa tarea pendiente con el MS640 desde hace mucho.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

David Durán

Habiéndose criado a pocos kilómetros del Circuito de Jerez y viendo cierto trío de ingleses hablando de coches desde pequeño, para David Durán decantarse por el mundo del motor no le fue difícil. Desde que se cruzó con un Ferrari F40 y un Lamborghini Diablo en plena carretera en un 'simple' viaje familiar, siempre ha querido estar ligado a la automoción. Seguir leyendo...

Cargando...