¿Quiere el mercado, realmente, coches eléctricos? A tenor de la demanda de algunos modelos, se puede decir que sí, pero siempre y cuando estén dentro de un abanico de precios lo suficientemente contenido para para que cada consumidor, de manera acorde a sus necesidades y en base capacidad económica, pueda justificar el desembolso. A pesar de esto, la realidad es que más allá de las matriculaciones de Tesla y de algún modelo chino es difícil ver signos positivos de crecimiento en Europa para los coches eléctricos.
¿Significa lo anterior que, si un fabricante no acierta de lleno con el posicionamiento de un coche eléctrico no va a tener ningún tipo de efecto comercial? ¿Significa esto, a su vez, que ‘forzar’ su posicionamiento con respecto a un coche térmico equivalente para poder tener retorno en forma de ventas implica que el coche eléctrico, per sé, no es una solución para el grueso público? Las respuesta a estas preguntas parecen ser que sí y sí, respectivamente, ante lo que está siendo crítico el posicionamiento de los últimos coches eléctricos lanzados al mercado para un correcto desempeño comercial.
Renault 5
Recientemente, en Diariomotor hemos acudido al que sin duda es uno de los coches eléctricos más esperados, no sólo del año, sino de la década, y por su posicionamiento y lo que aspira a lograr también uno de los más importantes en la historia de su fabricante: el Renault 5. Un modelo que ha retomado estilísticamente punto por punto lo mejor de todas sus generaciones para poner en las calles un utilitario de exquisito diseño, calidad y comportamiento, pero sólo en forma de coche eléctrico.
Además de su llamativo diseño, uno de los puntos fuertes del 5 reside en que su precio se convirtió en una de las principales premisas durante su desarrollo. De momento sólo está disponible en versión de batería ‘grande’ (52 kWh), partiendo por encima de los 31.500 euros, por lo que no estamos ante un coche barato en términos generales. Tiene que acabar todavía, no obstante, de completar su gama con versiones situadas por debajo, y una particularmente en la zona de los 25.000 euros.
El modelo está empezando a tener sus primeras matriculaciones, algo de lo que se ha hecho eco el analista de mercados Felipe Muñoz. Teniendo en cuenta las matriculaciones de los principales países de la UE en el mes de octubre, a saber, Alemania, Francia, Italia y España, el pequeño francés ha logrado un total de 1.289 matriculaciones, una cifra que es positiva, sin duda, de primeras, pero que todavía hay que coger con pinzas.
Y es que, una gran parte de estas unidades se corresponden con unidades destinadas a pruebas (demostración y prensa) y además son matriculaciones que tienen origen en una demanda acumulada desde que se diera apertura a su comercialización, como sucede con todo modelo que alarga más de la cuenta su lanzamiento. Sin ir más lejos, la propia división española de Renault anunciaba días atrás que medio millar de unidades del 5 había llegado a su red de distribución, de los que una gran parte acabará como vehículo de demostración.
El analista compara las cifras de ventas del francés con las de un modelo chino que aunque sea de mayor tamaño (mide 4,29 metros por los 3.92 del francés) se sitúa por precio y prestaciones en la misma zona del mercado que el 5: el BYD Dolphin. El modelo chino, que parte desde unos 34.000 euros, consiguió durante el mismo mes un total de 404 matriculaciones, a las que se podrían sumar 279 más de Reino Unido, aunque no se tienen los datos del mercado británico para el Renault 5 para hacer la comparativa más directa.
Aun así existe una diferencia notable entre ambos modelos a pesar de ser sólo el primer mes completo a la venta del 5, principalmente por el tirón del pequeño utilitario en Francia, su país de origen. Algo que, en realidad, demuestra lo que señalábamos al principio de estas líneas: el posicionamiento es clave para cualquier coche, pero crítico en un coche eléctrico.
Está por ver, para terminar, cómo se desenvuelve realmente el Renault 5 en los meses venideros, cuando se estabilice su demanda y se establezca en un ritmo de crucero, pero lo cierto es que para que el modelo tenga el éxito que el fabricante pretende, sus andadura comercial tendría que haber empezado tal cual lo ha hecho.