De acuerdo, solo técnicamente es una berlina, si cogemos la definición con pinzas. Pero su historia es ciertamente fascinante. El vehículo que tenéis en vuestras pantallas es el MAZ-541, un tractor usado para remolcar aviones de pasajeros fabricado por Minsky Avtomobilny Zavod – un fabricante de vehículos industriales – y en su momento el más capaz construido en la Unión Soviética. Lo que nos ha llamado mucho la atención es su diseño, casi similar al de una berlina convencional. Como todo en la Unión Soviética – donde no había margen para la improvisación – su diseño no fue fruto de la casualidad.
Hasta los años 50 el movimiento de aviones comerciales en aeropuertos se llevaba a cabo mediante pequeños tractores o camiones. A medida que los aviones se hicieron más grandes y pesados, fue necesario invertir en tractores pesados de remolque. El MAZ-541 era el más capaz hasta la fecha, y sus primeras unidades salieron de las fábricas de Minsky Avtomobilny Zavod (en Bielorrusia) en 1956. Este tractor fue usado exclusivamente en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo, principal punto de entrada de los visitantes de la URSS. Se quería que la primera impresión de dichos visitantes fuera satisfactoria.
Por ello se invirtió tiempo y dinero en «vestir» a este tractor, cuyo diseño habría sido la última de las prioridades en cualquier otro escenario. El MAZ-541 tenía una pintura bitono – en colores rojo y blanco – así como una calandra cromada y cuatro faros redondos. Debido a sus hercúleas dimensiones – 3,4 metros de ancho, 7,8 metros de largo y 2,8 metros de alto – sus proporciones no eran las más armónicas. Sus gigantescas ruedas traseras – procedentes del dumper industrial MAZ-525 – estaban cubiertas por un enorme guardabarros. Era un gorila disfrazado de bailarina de ballet.
Su habitáculo era la parte más «pequeña», pero tenía la friolera de 10 ventanas y albergaba a dos conductores en su interior. Un conductor pilotaba el tractor en un sentido, mientras que el otro se encargaba de conducirlo marcha atrás y de asegurarse de que el anclaje al tren de rodaje del avión a remolcar fuera correcto. El MAZ-541 pesaba la friolera de 28.230 kilos, y estaba construido para ser capaz de remolcar al menos 85 toneladas. Algunas fuentes consultadas afirman que era capaz de remolcar hasta 100 toneladas de peso. Varios elementos explican esta enorme capacidad de arrastre.
En primer lugar, un sistema conectable de tracción total, con bloqueo del reparto de potencia. En segundo lugar, una caja de cambios de desarrollos súper-cortos – la velocidad máxima del MAZ-541 era de apenas 30 km/h. Y como no, un gigantesco motor diésel procedente de un tanque de la Segunda Guerra Mundial. Concretamente un V12 atmosférico, refrigerado por líquido y con una colosal cilindrada: 38,8 litros. Este motor desarrollaba en los tanques T-34 una potencia de 500 CV a 1.800 rpm, con un brutal par máximo de 1.960 Nm a solo 1.200 rpm. Podía arrastrar un edificio, si se lo proponía.
Este motor tenía un consumo de unos 130 litros a los 100 km, lo cual era razonable para las condiciones en las que el MAZ-541 trabajaba. Los MAZ-541 trabajron durante años en duras condiciones operativas, hasta que fueron retirados en los años 70. Los aviones comerciales eran ya demasiado pesados para los MAZ-541 y su fiabilidad comenzaba a ser cuestionable tras casi 20 años en servicio. No se conoce el paradero de estas gigantescas «berlinas» – lo más plausible es que hayan sido desguazadas. En cualquier caso, merecen sus «15 minutos de fama» y reconocimiento, ¿no creéis?
Fuente: Jalopnik | autoforum.cz
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