Las ventas de diésel están sufriendo un desplome general en toda Europa. Un desplome que ha sido especialmente acusado en países en los que, antaño, el diésel representaba una parte importante del mercado. Mazda es una de las pocas marcas que aún sigue defendiendo al diésel, desde el rigor técnico, considerando que aún ha de jugar un papel fundamental en el proceso de reducción de emisiones de CO2 y amparándose en las mejoras técnicas que se han producido para reducir las emisiones que más nos preocupaban de los diésel, las de los NOx. Mazda vislumbra la última esperanza para el diésel y es la de convencernos de un hecho, de que los diésel modernos ya no tienen nada que ver con los contaminantes diésel que se comercializaban hace años.
El diésel, según Mazda, aún merece una oportunidad
Jeff Guyton, CEO de Mazda en Europa, defendía hace unas semanas en una entrevista que el diésel aún tiene una oportunidad con una nueva generación de motores equipados con sistemas anticontaminación más sofisticados, para cumplir con las últimas normativas de emisiones.
En Mazda son realistas y por lo tanto conscientes de que el diésel jamás recuperará las cuotas que alcanzó hace años. Pero si la industria ha de abogar por la reducción de emisiones de CO2, no parece que en el corto plazo vaya a conseguirlo sin el gasóleo. De hecho, la consecuencia inmediata de la caída que han sufrido los diésel ha sido el aumento de las emisiones de CO2 medias de los coches de nueva matriculación. Un aumento que pone una zancadilla sobre los planes de reducción de emisiones que se están llevando a cabo en Europa.
Mazda y sus ventas de diésel en Europa
Mazda ha reconocido, incluso, que con la introducción de sus nuevos diésel, preparados para cumplir con los límites establecidos por la normativa de emisiones denominada Euro 6d-temp, han comprobado cómo las ventas de diésel de Mazda repuntaban en mercados como Francia y Alemania. Sus clientes están regresando al diésel, pero sobre todo en aquellos motores que cumplen con las últimas normativas de emisiones y cuentan con sistemas anticontaminación más sofisticados. Recordemos que Mazda había conseguido superar las normativas de emisiones más estrictas sin necesidad de sistemas de tratamiento como los basados en AdBlue, sistemas que ahora sí se están incorporando para superar los límites de emisiones más estrictos.
En España, mientras tanto, la cuota de diésel de Mazda sigue desplomándose. En 2017, 3 de cada 10 matriculaciones de Mazda equipaban motor diésel. En todo el año 2018 el diésel en Mazda ha representado menos de una cuarta parte de sus ventas, en los últimos meses del año esas cifras cayeron por debajo de una quinta parte de sus ventas.
Aunque Mazda aún sigue confiando en el diésel, y cree que seguirá siendo relevante en los próximos años, los avances técnicos más importantes son los que estamos viendo en sus motores de gasolina. Mazda estrena este año en su nuevo Mazda 3 el motor SKYACTIV-X, un motor de gasolina que es capaz de funcionar en muchas situaciones con encendido por compresión, como un diésel, consiguiendo una eficiencia mayor y manteniendo un rendimiento y una suavidad propias de un motor de gasolina. En los próximos años Mazda también va a lanzar híbridos, enchufables, y eléctricos
Más imágenes del nuevo Mazda 3: