El Salón de Tokyo se encuentra en plena ebullición y las marcas japonesas sacan pecho, presumiendo de sus mejores galas. Mazda ha acudido a su salón de casa con varios prototipos. Quizá el más interesante es el Mazda Kai Concept, una radiografía muy fidedigna de lo que será el sucesor del actual Mazda 3, que con toda seguridad será lanzado el año que viene al mercado. El Mazda Kai Concept lleva un paso más allá la filosofía Kodo de diseño emocional, adaptando a una carrocería compacta los códigos de estilo que ya han estrenado hermanos de gama como los Mazda CX-5.
El Mazda Kai Concept es un compacto de 4,42 metros de longitud, 1,86 metros de ancho y 1,38 metros de largo. Son medidas que podrían bien ser las del vehículo de producción, que hará gala de esa afilada mirada, de una calandra con mucha profundidad y un perfil lateral aún más estilizado. Dejando a un lado soluciones que se quedarán en la fase de prototipo – como es el caso de las cámaras por espejos retrovisores o los tiradores de las puertas enrasados con la carrocería – en el vehículo de producción también nos encontraremos unas nuevas ópticas traseras y dos colas de escape, de aspecto tanto refinado como deportivo.
Sin duda, es un vehículo espectacular, y su interior también ha conseguido cautivarnos. Aunque sabemos que no será tan efectista como este prototipo, nos gusta que Mazda retenga esa instrumentación analógica de relojes profundos, aderezada con pantallas multifunción de aspecto discreto y elegante, siempre centrada en el conductor. La consola central es absolutamente minimalista, con controles táctiles para las funciones del sistema de infoentretenimiento. Un sistema integrado en el salpicadero con una pantalla alargada, ciertamente similar a la solución aportada por el Alfa Romeo Giulia.
Lo más importante del Mazda Kai Concept está bajo su piel. Además de una plataforma evolucionada, hará gala de un motor llamado Skyactiv-X. Un revolucionario propulsor de gasolina capaz de funcionar con un encendido por compresión – como ocurre en los vehículos diésel – y arrojar unos consumos reales muy bajos. Sobre este revolucionario propulsor ya os hemos hablado en este artículo, en el que lo hemos definido como el «Santo Grial» de los motores de combustión interna. Por supuesto, el «jinba ittai» sigue siendo una de las prioridades de Mazda: será un coche dinámico, de conducción apasionante e implicada.