El fin del motor de combustión interna no está tan cerca y de hecho cada vez parece más difícil que vaya a tener un final definitivo. Es por ello por lo que Mazda, una vez más, se ha propuesto nadar contracorriente para demostrar al mundo que existe otra forma de entender los motores térmicos y la electrificación, recuperando uno de sus proyectos más ambiciosos para poner en las calles una nueva generación de motores gasolina que podrán convivir perfectamente con los motores eléctricos.
El nuevo futuro del motor rotativo de Mazda
El gran éxito del prototipo Mazda Iconic SP presentado en el pasado Japan Mobility Show de 2023 y la experiencia adquirida por la marca nipona en el desarrollo del MX-30 R-EV, ha llevado a Mazda ha replantearse el futuro del motor rotativo en su gama, tomando una decisión tan inesperada como sugerente para los amantes de los motores térmicos y más concretamente de los motores Wankel.
Con motivo del salón del automóvil de Tokio, el CEO de Mazda Katsuhiro Moro, ha anunciado que a partir del próximo 1 de febrero de 2024, Mazda volverá a contar con un grupo de trabajo de 36 ingenieros dedicado en exclusiva al desarrollo de motores rotativos, poniendo así en marcha un programa cuyo objetivo final es llevar a las calles un motor Wankel capaz de adaptarse a las nuevas exigencias que impone la legislación en tanto a eficiencia, emisiones y electrificación.
No es la primera vez que Mazda tiene en su haber un grupo de élite dentro de su equipo de ingenieros, dedicado en exclusiva al desarrollo de propulsores rotativos, de hecho el último de estos grupos de trabajo fue cesado en 2018. Sin embargo la nueva perspectiva que están dando al motor térmico los combustibles sintéticos y el hidrógeno, además del planteamiento de estos motores como extensores de autonomía, sirven al fabricante de Hiroshima para imaginar un futuro donde coches como el Iconic SP tengan su hueco en el mercado.
Otra de las claves para haberse decidido a recuperar este grupo de trabajo, según ha explicado el propio Moro, está en la gran acogida que ha tenido el Iconic SP Concept y su planteamiento a nivel de propulsión. Recordemos que Mazda no piensa ya en el motor rotativo como impulsor, sino como un generador eléctrico con el que alimentar a los motores eléctricos que sí estarán conectados a las ruedas.
Partiendo de esa base y haciendo uso de un total de dos rotores, el Mazda Iconic SP promete una potencia máxima de 370 CV para un coche de apenas 4,18 metros de largo y 1.450 Kg, respondiendo así a todos esos deportivos eléctricos a baterías incapaces de bajar de los 1.900 Kg. Para Mazda este es el camino a seguir, apoyándose además en el diseño de estos nuevos motores rotativos para que puedan quemar indistintamente gasolina sintética o hidrógeno en pos de alcanzar la neutralidad en carbono y unas muy bajas emisiones contaminantes.