Aunque la gran revolución de Mazda pasa ahora por el lanzamiento de su primer coche eléctrico, la firma japonesa pretende sorprendernos en 2020 con el lanzamiento de un nuevo motor de combustión interna. Mazda presentará en 2020 un nuevo y revolucionario motor diésel, sí diésel, y es que el constructor nipón parece haber encontrado una nueva forma de seguir mejorando los motores a gasoil para poner en el mercado un nuevo motor diésel tan innovador como los motores Skyactiv-X.
La noticia, desvelada por la propia Mazda a través de su jefe de I+D en Europa Christian Schultze, no ha dejado indiferente a nadie teniendo en cuenta cómo está el mercado y las posiciones que están tomando muchos fabricantes sobre el diésel. Pero en Mazda quieren seguir apostando por los motores de combustión interna, no como única opción en su catálogo, pero sí como parte de una oferta que contemple todo tipo de opciones: convencionales, semihíbridos, híbridos y 100% eléctricos.
Los detalles sobre esta nueva generación de motores diésel de Mazda son prácticamente inexistentes, sin embargo sí que podemos adelantarte que el objetivo de Mazda para con estos nuevos motores a gasoil está en alcanzar unos objetivos de emisiones y consumo de combustible muy ambiciosos. Recordemos que Mazda ya ha demostrado que nadar contracorriente en aspectos como el downsizing puede ser todo un éxito, teniendo en el mercado un motor diésel Euro 6d (1.8 Skyactiv-D) que cumple con los límites de NOx sin necesidad de sistema SCR con AdBlue.
Hace algunos meses ya te adelantamos que Mazda había comenzado a trabajar en una nueva generación de motores modulares, una nueva familia de motores diésel y gasolina que compartirían el grueso de sus componentes y que además nos permitirían incluso disfrutar de mecánicas de 6 cilindros en línea. Este sería el punto de partida de este nuevo y revolucionario motor turbodiésel, aunque eso sí, su ambicioso objetivo de ser uno de los motores diésel más limpios del mercado se conseguiría con el uso de diseños y tecnologías muy avanzadas.
En la actualidad la estrategia de Mazda para con sus motores diésel se ha basado en una optimización de la combustión del gasóleo empleando muy bajas relaciones de compresión. Con esta idea la generación de NOx se reduce de forma sensible, necesitando tan solo de EGR para alcanzar los límites de homologación. Seguir explotando esta senda es posible, algo que por seguro se realizará sirviéndose además de las posibilidades de los nuevos sistemas semihíbridos, además de nuevas tecnologías que aún no han sido desveladas.
Fuente: Autocar