Desde hace unos años, los precios de los coches de los años noventa se han disparado. Algunos youngtimers se han doblado o triplicado en precio. Un grupo de coches cuyo valor se ha especialmente disparado es el de los clásicos japoneses de los años noventa. Coches icónicos para una generación que se crió con las películas de «A Todo Gas» y que por fin tienen dinero para poder permitírselos – algunos, desgraciadamente no es mi caso. Sabiendo esto, a buen seguro puedes intuir que un coche como este Mazda RX-7 del año 1994 se venderá por un precio más que elevado. Está prácticamente a estrenar.
Hace unos meses os hablamos de un Toyota Supra A80 con poco más de 11.000 km, cuyo precio de venta superó en Estados Unidos el equivalente a 100.000 euros. Una auténtica joya, tan inalcanzable para el común de los mortales como posiblemente este Mazda RX-7. Se trata de una unidad del año 1994, sin modificaciones y pintada en un precioso Montego Blue metalizado. Además de ser una cápsula temporal, se encuentra en un estado impecable. Principalmente por que tiene sólamente 4.550 millas en su odómetro, equivalentes a 7.322 kilómetros. Si hacemos las cuentas nos sale a menos de 300 kilómetros al año.
Esta unidad, a la venta en la plataforma de subastas Bring A Trailer, está equipada con una caja de cambios manual. Además, como todos los Mazda RX-7 FD monta un propulsor 13B con doble sobrealimentación por turbo y dos rotores. Su potencia máxima homologada era de 280 CV, como parte del acuerdo de caballeros de la industria japonesa del automóvil – aunque todos conocían la facilidad de potenciación y la fiabilidad mecánica de estos motores. Según el anuncio en Bring A Trailer, este coche solo ha tenido dos propietarios, y con el primero de ellos el coche estuvo sus primeros doce años de vida.
El segundo propietario, antes de su venta en Bring A Trailer, lo ha puesto a punto y le ha cambiado todos sus fluidos. No estamos hablando de sólamente aceite, sino también de anticongelante o aceite de la caja de cambios. Además, se drenó su tanque de combustible, rellenándolo con combustible fresco. Además, se reemplazó su batería y las bujías. El estado del coche es absolutamente impecable: los asientos mantienen su forma, y su cuero marrón no tiene arrugas. Los plásticos brillan con intensidad y todo está limpio bajo el capó. Su equipo de sonido Bose Acoustic Wave suena con fuerza y calidad.
Sus neumáticos son los originales. Quizá quieras cambiárselos si el coche va a ser conducido en carreteras públicas. Ahora bien, dado que el valor del coche reside en su escaso kilometraje, temo que se irá a un garaje climatizado, del que apenas se moverá. Todos pagaríamos por poder estrenar un clásico así. Creemos que su precio de venta superará los 100.000 dólares, si no más.
Fuente: Carscoops