Pocas marcas han expresado con tanta claridad, como Mazda, su intención de seguir comercializando diésel y su reivindicación en defensa del gasóleo como una alternativa de presente, y futuro. Mazda va a seguir comercializando diésel y cree que esta opción ha de ser importante, no solo para el fabricante nipón, que ha invertido mucho para crear algunos de los mejores motores de combustión interna que hemos probado en turismos en los últimos años. Mazda cree que el resto de fabricantes seguirán apostando por el diésel, porque lo necesitan. Pero, conscientes de cómo se están desplomando las ventas de diésel en Europa, Mazda tiene un plan para afrontar el declive de los diésel.
Mazda Mazda3
Mazda cree que el diésel aún no ha muerto
Automotive News publica estos días una entrevista a Jeff Guyton, CEO de Mazda en Europa, en la que los temas a tratar son exactamente los mismos que tanto están dando de qué hablar en España, y en Europa, los diésel, las nuevas normativas, la reducción de emisiones, y el coche eléctrico.
Recordemos que 2019 será el año del lanzamiento de la nueva generación de productos Mazda, que se inaugurará con el Mazda 3, trayendo consigo novedades tan importantes como SKYACTIV-X, un motor de gasolina que promete funcionar como un diésel – ciertamente, es capaz de provocar el encendido por compresión, sin bujía.
Mazda y su plan para atajar el declive del diésel
La cuota diésel de Mazda en Europa actualmente ronda entre el 25% y el 30% de sus ventas. En clientes que recorren más de 20.000 kilómetros, que en definitiva deberían ser los únicos que se plantearan la posibilidad de adquirir un coche de gasóleo, más de la mitad siguen adquiriendo diésel. Jeff Guyton asegura que con la actualización de sus motores SKYACTIV-D, que en los coches más grandes requieren un sistema de tratamiento de emisiones de NOx basado en AdBlue, cumpliendo las últimas normativas de emisiones, aún más estrictas con la entrada en vigor de los nuevos procedimientos de homologación, las ventas de diésel están repuntando.
En cualquier caso, Mazda cree que el diésel en Europa jamás volverá a tener una cuota tan alta como hasta hace unos años. Pero también, y eso es realmente importante, en Mazda están convencidos de que el resto de fabricantes necesitarán al diésel para cumplir con los objetivos más próximos de emisiones medias de CO2.
Ver artículo: la crisis del diésel, irónicamente, dispara las emisiones de los coches nuevos en España.
Los ases que se ha guardado Mazda
Damos por hecho que Mazda seguirá comercializando diésel por muchos años, pero también que tienen un plan, y varios ases que hasta ahora se había guardado en la manga, para lidiar con la caída de la demanda de coches diésel.
El primer as se llama SKYACTIV-X. Como os decíamos, este motor de gasolina funciona como un diésel. A pesar de contar con bujías, es capaz de provocar el encendido por compresión, y de maximizar el tiempo que funciona por compresión, para tener un rendimiento alto, con un consumo muy bajo, que Mazda promete será comparable a motores diésel equivalentes. El segundo as se llama microhibridación. Mazda introducirá en casi toda su gama de productos – en todos los equipados con SKYACTIV-X y algunos más – una suerte de microhibridación, con la que se obtiene una pequeña mejora de consumos, pero sobre todo pingües beneficios, como recibir la calificación ECO según el etiquetado medioambiental español.
El tercer as se llama eléctrico de baterías, y el primero llegará en 2020. El cuarto as es el híbrido enchufable y llegará en 2021. No obstante, los planes de Mazda no quedarán ahí. Y ya sabemos que entre su gama de motores habrá sitio también para un eléctrico de baterías con extensor de autonomía que supondrá el regreso del motor rotativo. Un regreso que, a pesar de no ser como esperábamos, tiene mucho sentido. Por las ventajas que puede aportar el motor ideado por Felix Wankel un extensor de autonomía que ha de ser compacto y funcionar a regímenes constantes.
Más imágenes del nuevo Mazda 3: