En 1995 tuvo lugar posiblemente la última gran gesta de las 24 Horas de Le Mans, en el sentido más clásico. Sin desmerecer las victorias de coches diésel o coches híbridos del siglo XXI, en 1995 tuvo lugar la última victoria de un coche basado en vehículo de calle: el McLaren F1 GTR. Compartiendo mecánica y chasis con el McLaren F1 de calle, se impuso a sus rivales de categoría prototipo, una hazaña que nunca ha vuelto a repetirse. Para conmemorar los 25 años de esta gesta, los de Woking han lanzado una edición especial Le Mans de su brillante McLaren 720S.
¿En qué se diferencia esta edición limitada a solo 50 unidades de un McLaren 720S de serie? Al estar inspirado en el McLaren F1 GTR, ha heredado del youngtimer de carreras una serie de rasgos muy especiales. El más obvio son las llantas grises de cinco palos, en las que se ha pintado un grabado de la edición especial. La carrocería del coche solo se puede pintar en colores Sarthe Grey y McLaren Orange, y la parte inferior de la parte trasera de la carrocería está pintada en el tono Ueno Grey. Partes del kit aerodinámico han sido construidas en fibra de carbono.
McLaren 720S
En el techo se ha instalado una toma de aire adicional (y funcional), uno de los rasgos más icónicos del McLaren F1 GTR. En la aleta trasera del coche se encuentra un emblema de la edición especial, de la que solo 16 unidades llegarán al mercado europeo. Y es una pena, porque su aspecto es francamente brillante. Los cambios también alcanzan a su habitáculo, siendo el más relevante unos baquets de fibra de carbono y un total recubrimiento del interior en Alcantara – con la opción de elegir los contrastes de color en tono gris o en tono naranja.
Las alfombrillas y respaldos de los asientos tienen bordado el logotipo de la edición especial, también presente en forma de emblema ad hoc. A nivel mecánico esta edición especial no presenta cambios con respecto a cualquier McLaren 720S. Y no es una mala noticia, porque sigue gozando de un 4.0 V8 biturbo de 720 CV de potencia, capaz de catapultar al 720S en 2,9 segundos hasta los 100 km/h – y en solo 7,8 segundos hasta los 200 km/h – y de alcanzar una velocidad punta de 342 km/h. El Le Mans es solo una excusa más para desear con fuerza que nos toque el Euromillones.
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