El futuro del superdeportivo ha llegado y se llama McLaren Artura. Aunque no es el primer coche de altas prestaciones que vemos usar un motor híbrido enchufable, sí que es el primero que plantea esta idea como lo ha hecho McLaren. Prestaciones, eficiencia y ahorro de peso se dan la mano para conseguir que el Artura sea, posiblemente, el nuevo referente tecnológico de su clase, obligando a Lamborghini Huracán, Porsche 911 Turbo y Ferrari F8 Tributo a mover ficha.
En McLaren han decidido asumir el papel de pioneros y se han lanzado a la creación de un nuevo superdeportivo bajo la idea de crear el mejor sistema híbrido enchufable de su clase. El Artura aterriza sin rivales directos, encontrando como alternativa más próxima un Ferrari SF90 Stradale que ha planteado el mismo desafío, pero con 1.000 CV y en una categoría superior.
En términos de diseño el nuevo Artura parece romper con la exageración de formas y apéndices que estábamos viendo en las últimas creaciones de la marca. McLaren ha apostado por un diseño suavizado, aunque evolucionando las líneas generales de sus modelos. Hay que tener en cuenta que estamos ante un coche de tintes GT, por lo que tampoco se ha pretendido ofrecer un diseño pensado para usar en circuito, lo que lo hacen más parecido a un McLaren 570S que a un 720S.
En el interior, McLaren no presenta grandes sorpresas y se mantiene fiel a su idea de minimalismo y tecnología. Enfocado hacia el puesto de conducción, encontramos un nuevo sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 8″, además de un cuadro de instrumentos digital anclado a la columna de dirección. Uno de los puntos fuertes del Artura pretende ser la ergonomía, un aspecto que McLaren promete haber cuidado mucho haciendo especial hincapié en la visibilidad y acceso a mandos principales – como demuestra su selector para la transmisión sobre el cuadro – o los nuevos asientos deportivos con múltiples regulaciones para conseguir acomodar estaturas superiores a 1,90 m.
Llegamos al apartado técnico para descubrir la razón de ser del nuevo McLaren Artura. El reto de este nuevo superdeportivo estaba en conseguir fabricar un coche que no se viese penalizado por el sobrepeso al que obliga el sistema híbrido enchufable, y lo han conseguido con un peso en orden de marcha de apenas 1.498 Kg (1.395 Kg en vacío). A modo comparativo para entender el gran trabajo realizado, el nuevo Porsche 911 GT3 firma 1.435 Kg.
El sistema de propulsión tiene como principal protagonista un nuevo motor gasolina 3.0 V6 Twin-Turbo con 585 CV de potencia máxima a 7.500 rpm y un par máximo de 585 Nm entre 2.250 y 7.000 rpm. Este motor recibe la denominación M630 y tiene como principal característica el uso de una V a 120º, alojando en el interior los dos turbocompresores. Se trata de una configuración muy poco habitual, pero que McLaren defiende en pos de una mejor distribución del peso y una mejora de las prestaciones. Trabajando en paralelo, el V6 se combina con un propulsor eléctrico de 95 CV y 225 Nm, estando conectados ambos motores a una caja de cambios automática de doble embrague con 8 relaciones, con envío hacia el tren posterior a través de un diferencial controlado electrónicamente.
Para alimentar al propulsor eléctrico se emplea un pack de baterías de iones de litio con 7,4 kWh de capacidad neta, lo que permite alcanzar una autonomía eléctrica de 30 Km a velocidades de hasta 130 Km/h, y además permite a McLaren prescindir de la relación de marcha atrás, pues el motor eléctrico será el encargado de realizar todas las maniobras a baja velocidad.
El resultado final de esta configuración híbrida enchufable es una potencia máxima de 680 CV y 720 Nm, cifras que permiten al McLaren Artura conseguir un 0-100 Km/h de 3 segundos, un 0-200 Km/h de 8,3 segundos y una velocidad máxima autolimitada de 330 Km/h.