Los cuadriciclos ligeros son una opción ideal para un entorno urbano, especialmente para aquellas personas que valoren la seguridad adicional y la protección frente a los elementos que ofrecen en comparación con una sencilla scooter. Aunque son mucho más caros que un ciclomotor – que arrancan en menos de 2.000 euros – los cuadriciclos pueden conducirse a nivel europeo con una licencia AM desde los 15 años. El cuadriciclo que protagoniza este artículo parece un buggy y es el último producto de una marca icónica. Además, es 100% eléctrico.
Se llama Mega e-Scouty, y es el primer producto comercializado solo bajo Mega en años. Mega es la marca que Aixam, fabricante francés de cuadriciclos, emplea en sus productos más pasionales. Aunque ahora estemos hablando de un cuadriciclo «sin carnet» eléctrico, Mega ha producido versiones descapotables del Citroën AX, coches de competición como los Mega Glace o Mega Desert, y auténticos superdeportivos como el Mega Track – por derecho propio, y con toda autoridad, el claro antecesor de los Lamborghini Huracán Sterrato o Porsche 911 Dakar.
Fotos del Mega e-Scouty
El e-Scouty es menos ambicioso que el Track, pero su estética es muy curiosa, y se inspira en los buggies de competición. Sus ruedas y neumáticos están visibles, sin un paragolpes o aletas que los cubran. La carrocería es de plástico, y deja ver los muelles de la suspensión, de un vistoso color amarillo. Los faros LED están en una posición elevada y el coche desprende una imagen muy off-road. Aunque tiene una altura libre al suelo algo superior a otros cuadriciclos, no nos llevemos a engaño: sigue siendo un coche para ciudad, y para asfalto.
Carece de tracción total, y su motor eléctrico desarrolla una potencia máxima de 8,2 CV. Este motor, llamado eAccess 48V y desarrollado por Valeo, propulsa al coche hasta una velocidad máxima limitada a 45 km/h – como cualquier cuadriciclo ligero. Su batería tiene capacidad suficiente para homologar una autonomía de 113 kilómetros, y se recarga en 3 horas y 40 minutos usando una toma de corriente doméstica. Su peso en orden de marcha es de 425 kilos, pero con todo, sus prestaciones son justas, solo aptas para el tráfico urbano.
El habitáculo es biplaza estricto y aunque se pueda parecer al de un coche convencional, su calidad aparente es más justa, al igual que su diseño, que resulta anodino. La instrumentación no es digital – tiene una pantalla mutifunción de 3,5 pulgadas – y su equipo de infotainment, con pantalla táctil de hasta 9 pulgadas, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. No obstante, echamos de menos un sistema de aire acondicionado. La etiqueta CERO de la DGT, eso sí, nos permitirá movernos sin restricciones por cualquier ciudad española.
Su precio no es demasiado asequible: cuesta 16.499 euros. Podemos acogernos al Plan MOVES III y reducir su precio en hasta 1.600 euros adicionales – achatarrando un vehículo. Es chulo y atractivo, pero un Citroën Ami resulta mucho más asequible (desde 9.190 euros) teniendo una orientación muy similar al e-Scouty. Conviene recordar que aunque un cuadriciclo ligero es más seguro que una scooter, solo cuenta con ABS. No tiene airbags, control de estabilidad, o las estructuras de deformación programada de un turismo.
Fotos del Mega e-Scouty