En esta casa profesamos auténtica devoción por los Mercedes 190E 2.5-16 Evolution II. Forman parte de ese selecto club de vehículos construidos porque el fabricante necesitaba homologar un coche de carreras, y las reglas le obligaban a fabricar un buen puñado de unidades de calle. Aunque puedes consultar su historia en este artículo a fondo, podemos asegurar que sólo se construyeron 502 unidades del Evolution II, cuya versión de serie parecía un coche de carreras matriculado. Mercedes Classic también echa de menos a este coche tan especial, así que han decidido construir una unidad desde cero.
Como lo oyes. La práctica totalidad de los Evolution II están en manos privadas, y no van a entrar en circuito y hacer exhibiciones en track-days con una de las unidades de museo – cuya cotización es superior a los 100.000 euros en el mercado de segunda mano, dicho sea de paso. Para no arriesgarse, decidieron construir una nueva unidad, partiendo de la base de un Mercedes 190 de producción. Presumiblemente, habrían partido de un 2.5-16 – en sí mismo un especial de homologación – y lo han llevado a especificaciones Evolution II, con kit de carrocería aerodinámico y un tren de rodaje modificado pertinentemente.
Mercedes Classic lo ha construido para exhibirlo y rodar en track-days – como el que acontecerá en el circuito belga de Zolder, donde puede que incluso algunos afortunados puedan sentarse en el asiento del copiloto. Mercedes podría haber terminado este proyecto al llegar al Evolution II, pero decidió no parar ahí, y convertirlo a especificaciones del Grupo A de la FIA. Sí, hablamos de un coche idéntico a los que corrían en el DTM a principios de los años 90, luchando por el espacio en pista con los BMW M3 Sport Evolution II y los Alfa Romeo 155. Un verdadero coche de carreras.
Casi resulta extraño verlo sin la decoración de sus patrocinadores. Los Mercedes 190E 2.5-16 Evolution II de calle tenían un motor de 2,5 litros y cuatro cilindros desarrollado por Cosworth, con 235 CV de potencia. Las unidades de competición rozaban los 400 CV. Tenían una puesta a punto muy diferente, una admisión construida en fibra de carbono, escapes libres y la capacidad de girar a casi 10.000 rpm. Eran máquinas gloriosas, pero aún con los pies en la tierra, con una clara relación con el coche de calle. Por eso son coches tan especiales, y por eso Mercedes ha hecho un gran trabajo volviendo a poner en circulación un verdadero Grupo A.
¿Cuando vendrán a un track day en territorio español?