Es posiblemente uno de los Mercedes 190E 2.3-16 más especiales en existencia. Para entender la importancia de este modelo es necesario volver a la primera parte de los años 80. Mercedes había vuelto a la competición y lo celebraba con el «baby Benz» más potente, desarrollado junto a Cosworth para cumplir los requisitos de homologación del Grupo B. Aunque su participación en el Grupo B no llegó a fraguarse, sí fue una excelente base para competiciones de turismos de alto nivel. La inauguración del trazado Gran Prix en Nürburgring fue el primer baño de masas de los 190E 2.3-16.
El circuito de Fórmula 1 contiguo al Nordschleife – ambos trazados están conectados – fue inaugurado a mediados de mayo de 1984. Como uno de sus patrocinadores, Mercedes organizó una carrera muy especial. Una especie de «carrera de campeones» que serviría también para promocionar su recién estrenado 190E 2.3-16. En esta carrera «amistosa y deportiva» de doce vueltas al recién estrenado Nürburgring GP competían nada menos que 20 pilotos y ex-pilotos de Fórmula 1, a bordo de Mercedes 190E 2.3-16 idénticos – modificados únicamente con una jaula antivuelco y un cortacorrientes.
Entre los pilotos presentes en aquél evento había leyendas vivas como Sir Stirling Moss o Jack Brabham, además de estrellas como James Hunt, Keke Rosberg o Jody Scheckter. Además, Mercedes estimó conveniente invitar a jóvenes promesas, como Alain Prost o un brasileño entonces desconocido… llamado Ayrton Senna. Aunque era una carrera sin vinculación oficial alguna, los ánimos estaban bastante calientes: era la primera vez que Lauda y Hunt se enfrentaban en circuito desde la retirada de Hunt en 1979. Aunque muchos buscaban sólamente disfrutar, algunos de los pilotos se tomaron la carrera muy en serio.
Senna decidió ir a por todas y durante las doce vueltas – sobre suelo mojado – mantuvo un tenso duelo con Niki Lauda, al que sólamente aventajó en dos segundos sobre un tiempo final de casi 27 minutos. Para muchos esta fue la tarjeta de presentación de Senna, que se convertiría por méritos propios en uno de los mejores pilotos de la historia. Ahora, el coche con el que Lauda compitió en aquella Mercedes Cup ha salido a la venta en Autoclassics. La unidad en concreto conserva la decoración de la carrera, así como los baquets y la jaula antivuelco instalados en el coche.
El coche en concreto tiene poco más de 92.000 km y está en aparente buen estado, pese a no haber sido nunca restaurado. Su precio es desconocido, ya que no está anunciado. Algo me dice que podría incluso rozar las seis cifras debido a su palmarés y su antiguo piloto. Es más, podría ser tan caro como los exclusivos Mercedes 190E 2.5-16 Evolution II, el «santo grial» de los Mercedes W201. Desde un punto de vista mecánico, este 190 conserva su motor 2.3 de cuatro cilindros y 16 válvulas, un atmosférico de inyección Bosch KE-Jetronic con culata Cosworth. Desarrolla 185 CV de potencia a 6.200 rpm, con un par motor máximo de 240 Nm a 4.500 rpm.
Equipado con una caja de cambios Getrag de cinco relaciones y tipo «dog-leg» – la primera está donde estaría la segunda en una caja convencional – además de un autoblocante, esta berlina deportiva aceleraba en solo 7,5 segundos hasta los 100 km/h, ofreciendo una dinámica hasta la fecha desconocida en la marca. BMW Motorsport empezó a prestar mucha atención.