¿Dónde está el límite para un compacto deportivo? Como bien sabéis, hace pocos años apenas se superaban los 300 CV, y hace apenas unas semanas, Audi acaba de presentar un RS3 Sportback con prestaciones de superdeportivo y 400 CV de potencia, procedentes de un apretado motor 2.5 TFSI de cinco cilindros. Mercedes sabe que el segmento vive una escalada de potencia feroz, y en parte son culpables de añadir gasolina al fuego, elevando hace unos meses la potencia de su AMG A 45 hasta los 381 CV, tras el lavado de cara de los Mercedes Clase A. Y la noticia es que Mercedes aún piensa echar más gasolina a este fuego descontrolado.
La próxima generación del Mercedes Clase A no llegará hasta al menos 2019, pero Tobias Moers – jefe de AMG – ya está pensando en la evolución del brutal Mercedes-AMG A 45. Aprovechando la coyuntura del Salón de Nueva York, el directivo alemán fue entrevistado por la revista australiana Car Advice, a la que confesó algunos detalles sobre el futuro del AMG más pequeño de la gama. En primer lugar, ha confirmado que el Mercedes-AMG A 45 de segunda generación repetirá fórmula: seguirá siendo un compacto de cinco puertas, equipado con un motor turbo de cuatro cilindros y dos litros, asociado a un sistema de tracción integral.
Aunque la fórmula básica sea la misma, el motor será completamente nuevo. Y no es para menos, porque el motor tendrá al menos 400 CV de potencia. Es una cifra hace escasos años impensable para un motor de producción en masa de cuatro cilindros, que debe mantenerse fiable durante cientos de miles de kilómetros y bastantes años. Más de 200 CV/litro de potencia específica requiere muchos refuerzos internos, componentes forjados y un turbo capaz de soportar la enorme presión de soplado que debe aportar al bloque. Nuevas técnicas de mecanizado y materiales de última generación también posibilitan la existencia de este tipo de motores.
Se rumorea también que este motor podría tener una arquitectura modular, siendo la base del próximo V8 biturbo de la marca alemana. También está por ver si este nuevo 2.0 turbo de al menos 400 CV – cada vez que lo vuelvo a escribir sigo asombrándome – equipará un sistema de turbocompresor eléctrico en el futuro. Según Moers, no es algo que vaya a montar desde el principio, pero es algo que llegará en el futuro de forma inevitable. Se rumorea que dicho compresor eléctrico podría ser suministrado por HPP, uno de los proveedores del equipo de Fórmula 1 de Mercedes. A estas alturas son sólo conjeturas.
Lo que está claro es que la próxima generación será más ligera y aerodinámica, con unas prestaciones aún superiores y rasgos de diseño que ya el Mercedes Concept A Sedan nos ha adelantado
