Corren tiempos oscuros para los amantes de los motores de grandes cilindradas y sin hibridar, y así lo demuestran modelos como el nuevo Mercedes-AMG C 63 S E-Performance. Y es que la llegada de la variante más radical de la berlina germana sentó como jarro de agua fría a muchos debido al cuatro cilindros híbrido que sustituye al colosal V8. Pero lo cierto es que podríamos decirte que estás de suerte si eres uno de los afectados por esta pérdida, pero solo si vives en Australia, porque Mercedes-AMG lanzará únicamente allí una variante a modo de edición final del anterior C 63 con motor V8.
A esta también se suma el Mercedes-AMG E 63 S, modelo que también recurre al ocho cilindros biturbo pero con claros indicios de que en su siguiente generación le dirá adiós. Y es que esta misma jugada hizo la firma de la estrella con el anterior S 65, modelo que experimentó una última hornada para despedir al glorioso V12 biturbo.
Mercedes-Benz Mercedes Clase E
Mercedes-AMG le dará un último adiós en Australia a su colosal V8 biturbo
Sea como fuere, ahora los protagonistas son los C 63 S Coupé y Cabrio y el E 63, siendo estas dos carrocerías las que, de momento, no tienen remplazo en la actual gama del Clase C. Así, la casa germana ha decidido lanzar para estos tres modelos lo que se conoce como Final Edition Package, un paquete por el que tendrán que abogar sus potenciales clientes en Australia.
Empezando por la berlina de Mercedes-AMG, nos encontramos con cambios estéticos que buscan gritar a los cuatro vientos que esta será la última bocanada del V8 en sus entrañas. Esto lo demuestra por medio de una pintura gris mate bautizada como Graphite Gray, llantas de 20 pulgadas, un paquete exterior de fibra de carbono que cubre splitter, taloneras, difusor, alerón y espejos retrovisores y grafismos específicos para este Final Edition.
El habitáculo también es objeto de cambio de la mano de asientos tipo backet, despunte amarillo o gris, volante deportivo rematado en Alcántara, paquete de fibra de carbono y una placa identificativa que hace alusión a que estamos ante un Final Edition.
Eso sí, a nivel mecánico Mercedes-AMG no ha desvelado si este paquete implica modificaciones, pero sí que incluye los frenos carbo-cerámicos. Independientemente de ello, creemos que esta última iteración del V8 biturbo en el E 63 S es más que suficiente, especialmente porque desarrolla la friolera de 612 CV y 850 Nm de par, cifras que lo catapultan hasta los 100 km/h en tan solo 3,4 segundos y le permiten alcanzar una velocidad punta de 300 km/h.
Misma fórmula encontramos en los Mercedes-AMG C 63 S Coupé y Cabrio, que ofrecen una estética diferente conformada por el mismo Graphite Gray para la carrocería, grafismos en gris y amarillo en los laterales y capó, paquete de fibra de carbono para el exterior y llantas de 19 pulgadas delante y de 20 pulgadas detrás.
Y al igual que ocurre con su hermano mayor, aquí, en principio, el apartado mecánico no sufre cambio alguno. Ello deriva en la presencia de un V8 biturbo capaz de producir 510 CV y 700 Nm de par, cifras que permiten que el Coupé cubra el 0 a 100 en 3,9 segundos y alcance una velocidad punta de 290 km/h y que el Cabrio haga el sprint en 4,1 segundos y declare una máxima de 250 km/h.
Ahora bien, si vives en Australia y quieres darte este último homenaje prepárate para rascarte el bolsillo. Y es que el Final Package para el Mercedes-AMG E 63 S cuesta 39.900 dólares australianos, o lo que es lo mismo, 26.095 euros; mientras que en el caso de los Mercedes-AMG C 63 S Coupé y Cabrio tiene un coste de 28.400 y 26.400 dólares respectivamente, cifras que equivalen a 18.574 euros y 17.266 euros.
