Ayer mismo Mercedes nos presentaba uno de sus lanzamientos más espectaculares en meses. Se llama Mercedes-AMG E63, y como ya mi compañero Daniel nos contaba, se lanza con un motor 4.0 V8 Biturbo, con hasta 612 CV de potencia. Esta bomba de relojería está obligatoriamente en comunión con un sistema de tracción total 4MATIC+. Si pensabas que la diversión se pierde con la tracción total, fíjate en ese «+» al lado de 4MATIC. Porque lo cambia todo. Y permite maravillas técnicas como un modo Drift: ¿quieres tener dos coches en uno?
Para empezar, hablemos de este sistema de tracción total permanente. La diferencia con otros Mercedes Clase E 4MATIC es la distribución de la potencia a ambos ejes. En coches como el Mercedes-AMG E43, el reparto de potencia está fijado en 31% al eje delantero y 69% al tren trasero. En el caso de los E63, un acoplamiento electromecánico controlado por electrónica conecta el eje trasero al delantero, repartiendo el par de forma variable. ¿Qué quiere esto decir? Que hasta el 100% de la potencia puede pasar al tren trasero.
En conducción normal, a un ritmo moderado, se comportará como un coche de propulsión. En curvas, circuito, o cuando la situación lo demande – por ejemplo con baja adherencia en el firme – el coche puede variar el reparto de potencia en milisegundos. En este reparto de potencia influye el modo de pilotaje seleccionado, y de la mano del Launch Control consigue un fulgurante 0 a 100 km/h de sólo 3,4 segundos – en el caso de un Mercedes-AMG E63 S 4MATIC+ con 612 CV de potencia – digno de todo un superdeportivo.
Drift Mode: comienza la magia
En el Ford Focus RS, el Drift Mode permite una pérdida de tracción controlada y sostenida, que hace que nos creamos Ken Block a su volante. En el compacto de Ford hasta el 70% de la potencia pasa al tren trasero, no un 100%. Gracias al sistema 4MATIC+, Mercedes ha dado a su Clase E más potente la posibilidad de convertirse en dos coches. Con el selector de modos de conducción en el modo Race, es posible activar un modo Drift. ¿Cómo se activa? Tras seleccionar el modo de conducción, desactiva el ESP.
Tras ello, tira de las dos levas de cambio hacia ti. El acoplamiento del eje delantero se desconectará al completo, y entonces el coche será capaz de derrapar de forma controlada: sólo las ruedas traseras lo moverán. El coche no te ayudará a hacerlo, será tu habilidad la que determine el éxito y majestuosidad visual de la maniobra. Lo que Mercedes nos dice es que la posibilidad existe. Y tampoco tiene sentido que lo neguemos: tener un coche con «Drift Mode» vende muy, pero que muy bien. Ahora bien, hay que tener cuidado si no quieres hacerte famoso en Internet.
En Diariomotor: