Dicen que el dinero no da la felicidad, pero que llorar en un Ferrari es mejor que hacerlo en un Dacia. Personalmente creo firmemente que el dinero no da la felicidad… a no ser que te gusten los coches. Si eres un petrolhead, solo una cuenta corriente digna de un pequeño estado te permitirá acceder al Nirvana automovilístico, para escarnio de los comunes mortales. Tener 1,2 millones de euros para gastar en un coche te permitirá, sin ir más lejos, comprar el G 63 Cabriolet que Mercedes-AMG nunca quiso producir de forma oficial.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
Ya que Mercedes-AMG nunca ofreció un Clase G en clave deportiva con carrocería descapotable, el preparador alemán Refined Marques decidió tomar cartas en el asunto. Inicialmente iba a ser un one-off, pero Al Bakry, muy conocido entre adinerados coleccionistas de Oriente Medio y EE.UU. terminó planificando una pequeña serie de 20 unidades tras «tantear» a sus contactas. 17 de las 20 unidades ya tienen dueño, dicho sea de paso. Crear un Mercedes-AMG G 63 Cabriolet no ha sido una labor sencilla, y ha llevado 18 meses de desarrollo al preparador.
Fotos del Mercedes-AMG G 63 Cabriolet de Refined Marques
En vez de partir de un Mercedes Clase G Cabriolet – el último producido fue el G 500 Cabriolet Final Edition de 2013 – Refined Marques tomó como base un Mercedes-AMG G 63 de producción, de cinco puertas. El tren de rodaje no ha tenido que ser modificado, y sigue constando de un bestial 4.0 V8 Biturbo de 585 CV, una caja de cambios AMG Speedshift TCT de nueve relaciones, triple bloque de diferenciales y unas suspensiones deportivas. Es el peor Clase G fuera del asfalto, pero es el mejor en aceleración y prestaciones puras.
Y seamos francos, las versiones AMG del Clase G siempre fueron (maravillosos) sinsentidos para bolsillos profundos. Aunque la transformación no ha sido detallada, ha exigido cortar parte del techo del vehículo, acortar su distancia entre ejes e instalar pequeñas puertas traseras de apertura suicida para facilitar el acceso a las dos plazas traseras. Este ha sido uno de los puntos clave de la transformación, y una queja habituales de los clientes habituales de las versiones descapotables del Mercedes Clase G.
De hecho, una supermodelo estadounidense, que ha reservado una unidad, decía haberse rasgado prendas con sus tacones a causa del difícil acceso en su G Cabriolet habitual. El preparador también trabajó para mejorar de forma sustancial el funcionamiento de la capota eléctrica, que permite a los pasajeros de las plazas traseras disfrutar de una experiencia 100% descapotable. La transformación del vehículo ha corrido a cargo de mecánicos e ingenieros de Fórmula 1 y especialistas en supercoches, con estándares de calidad propios de Mercedes.
De hecho, Al Bakry tiene el beneplácito del director de control de calidad de Mercedes, que comprobó el coche de forma personal sin encontrar defecto alguno. La primera unidad ha sido pintada en color China Blue, y cuenta con un interior muy llamativo, en cuero rojo, a juego con su capota de lona. El primer coche fue mostrado a un selecto grupo de individuos adinerados en Mónaco, causando gran expectación. Todas las unidades serán diferentes, ya que serán construidas en base a los gustos específicos de cada propietario.
Fotos del Mercedes-AMG G 63 Cabriolet de Refined Marques