Desde hace unos años, Mercedes ha ampliado su estrategia comercial de las versiones AMG. Antes los Mercedes-AMG eran exclusivamente versiones tope de gama, a gran distancia del resto de versiones del modelo en cuestión. Desde hace unos años, a estas bestiales versiones de altas prestaciones se han unido versiones deportivas menos radicales, pero con una orientación marcadamente dinámica, y merecedoras de pleno derecho del sello de AMG. En el caso de los renovados Mercedes GLC y Mercedes GLC Coupé, estos son los Mercedes-AMG GLC 43. Estas son sus novedades a nivel técnico y dinámico.
La principal diferencia con los anteriores Mercedes-AMG GLC 43 y GLC 43 Coupé está en el plano estético. Como sabéis, el Mercedes GLC ha recibido un lavado de cara en este año 2019, con modificaciones en ópticas, frontal y habitáculo – ver artículo sobre el Mercedes GLC 2019. Todos estos cambios han sido adaptados a esta versión deportiva, que ahora equipa una calandra «Panamericana», similar a la versión AMG 63 de 510 CV. El diseño del paragolpes no es tan agresivo, pero es un coche que definitivamente ha ganado carácter, y que nos deja ver claramente que no es una versión diésel de acceso.
Mercedes-Benz Mercedes GLC Coupé
En su habitáculo también hay novedades, siendo una de las más importantes la nueva instrumentación digital, además de un nuevo volante específico para AMG. Un volante forrado en Alcantara, con la parte inferior plana y un bonito diseño, que se une a unos asientos deportivos forrados en cuero sintético, con un bonito ribeteado en color rojo. A la instrumentación digital de 12,3 pulgadas se une una pantalla de 10,25 pulgadas, táctil y con la última versión del sistema de infotainment MBUX. A nivel mecánico el principal cambio es la evolución del motor 3.0 V6 biturbo de Mercedes.
Este motor no está construido bajo la filosofía «un hombre, un motor», pero es una unidad muy solvente. Ahora desarrolla 390 CV, frente a los 367 CV anteriores. Su par motor máximo de 520 Nm es constante entre las 2.500 y las 4.500 rpm, y está asociado a una caja de cambios automática deportiva de nueve relaciones. Gracias a un sistema de tracción total permanente 4MATIC es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos – en ambas versiones – con una velocidad punta de 250 km/h. No es un coche especialmente eficiente, ni mucho menos: homologa un consumo medio de 10,6 l/100 km… según el ciclo NEDC.
Su sistema de tracción total tiene un reparto de par de 31/69, favorable al eje trasero para hacer su dinámica más ágil. Al igual que su predecesor cuenta con una suspensión AMG Ride Control+ basada en un sistema de aire, con dureza regulable, función de autonivelado en curva y altura al suelo variable. Una suspensión completamene integrada en el sistema AMG Dynamics de modos de conducción, con hasta cinco programas – «Slippery», «Comfort», «Sport», «Sport+» e «Individual». Su dirección asistida tiene desmultiplicación variable, con asistencia reducida a alta velocidad, mejorando así la precisión de guiado.