No te culpamos si te cuesta ver los cambios introducidos por Mercedes en sus nuevos GLC de altas prestaciones. Los Mercedes-AMG GLC 63 y GLC 63 Coupé fueron lanzados al mercado hace menos de dos años, poco antes de que la gama del Mercedes GLC recibiera un lavado de cara. Con motivo del Salón de Nueva York, la marca alemana ha presentado las versiones más deportivas de su SUV mediano. A sabiendas de lo ligero del lavado de cara, han decidido presentarse en el Javits Center con algo más que un poco de maquillaje: arrebatando al Alfa Romeo Stelvio el récord de vuelta para SUV en el mítico Nürburgring.
Mercedes-Benz Mercedes GLC Coupé
¿En qué ha cambiado los Mercedes-AMG GLC 63 y GLC Coupé? La calandra «Panamericana» y el diseño del paragolpes no han cambiado, y suelen ser los elementos de cambio más obvios en un lavado de cara. Sí cambia la forma de las ópticas frontales, de aspecto más redondeado y con nuevos LEDs diurnos. Las ópticas traseras también han sido rediseñadas, con nuevas llantas de 21 pulgadas de diámetro y un nuevo color para la carrocería – un gris grafito metalizado – cerrando las modificaciones visuales. Sin embargo, estas ligerísimas modificaciones visuales ocultan cambios mecánicos de cierta importancia.
Pero antes veamos el habitáculo, donde se equipa de serie – en las versiones S – el nuevo volante deportivo de AMG, que los GLC aún no habían recibido. Este volante con funciones táctiles y un espectacular diseño está acompañado de una instrumentación completamente digital y un sistema de infotainment MBUX de última generación. El sistema MBUX cuenta con funciones exclusivas para AMG, como una función AMG Track Pace de telemetría, especialmente útil si somos asiduos al circuito. Una nueva tapicería en color Magma Black/Grey contrasta con el paspuntado amarillo, cerrando los cambios interiores.
A nivel mecánico no existen cambios en las motorizaciones: siguen empleando potentísimos motores 4.0 V8 Biturbo de hasta 510 CV en las versiones S. Lo que sí cambia es la caja de cambios AMG Speedshift MCT 9G, que en vez de emplear un convertidor de par pasa a usar un embrague bañado de aceite para sus arranques, ofreciendo una mejor respuesta al conductor, en palabras de la marca. El selector de modos de conducción AMG Drive Select cuenta ahora con un nuevo modo «Slippery», diseñado para optimizar la respuesta del coche en una conducción sobre superficies mojadas o resbaladizas.
En todos los Mercedes-AMG GLC 63 se equipa de serie un diferencial trasero autoblocante, controlado electrónicamente. Un acoplamiento mediante un juego de embragues reparte la potencia entre el eje delantero y el eje trasero. La suspensión de estos SUV deportivos sigue siendo una suspensión deportiva de aire, con dureza regulable en función del modo de conducción seleccionado. Las versiones S equipan tacos de motor activos de serie y opcionalmente pueden disfrutar de enormes discos de freno carbonocerámicos. Todos estos cambios tienen un efecto directo sobre las prestaciones del coche.
Hasta el punto de que Mercedes ha conseguido batir el récord de vuelta en Nürburgring del Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio. Concretamente en 2,4 segundos, firmando un tiempo de 7 minutos, 49 segundos y 369 milésimas. Este nuevo récord para SUV de producción posiblemente será arrebatado por otro fabricante en un futuro, pero por el momento será convenientemente explotado por el departamento de márketing de la marca.