Cuando nadie en Europa había oído hablar siquiera de lo que era un SUV, Mercedes-Benz ya “horneaba” su W163 que, si bien tendría su mercado en el Viejo Continente, fue principalmente desarrollado para los clientes estadounidenses que buscaban un automóvil confortable y con un buen comportamiento dinámico sin renunciar a unas buenas capacidades fuera del asfalto. Era 1997 y el Clase M veía la luz sin saber que crearía una tendencia en las décadas venideras.
Este modelo, que no ha parado de evolucionar, ya tiene unas cuantas generaciones a sus espaldas. Ahora se llama GLE (W167) e incluso cuenta ya con una variante de carrocería “coupé”. Tras su reciente actualización en 2023, el legendario todocamino estrena hoy una inédita versión AMG híbrida enchufable que combina movilidad eléctrica y alto rendimiento.
Mercedes-Benz Mercedes GLE
Oficialmente denominado Mercedes-AMG GLE 53 HYBRID 4MATIC+, esta configuración no reemplaza, al menos por el momento, a la GLE 53 4MATIC+ “convencional” y 100% térmica, que desarrolla 435 CV y continúa disponible desde 116.310 euros. Del nuevo PHEV todavía no se ha publicado ninguna tarifa para España, aunque superará con total seguridad a su equivalente ICE.
En este caso, se hace uso del mismo motor de gasolina con 6 cilindros en línea, 3 litros de cubicaje y turboalimentación, pero se lleva hasta los 449 CV y se añade uno eléctrico auxiliar con 136 CV. Cuando trabajan a la vez pueden llegar a entregar un máximo de 544 CV de potencia y 750 Nm de par. La batería que alimenta al segundo propulsor tiene 31,2 kWh brutos, admite 60 kW en CC (11 kW en CA) y concede una autonomía eléctrica de 86 kilómetros. Obviamente, la transmisión es automática (convertidor de par con 9 relaciones) y la tracción integral.
Diferencias entre un GLE 53 y un GLE 53 HYBRID, más allá de la propia hibridación
Con 4,94 metros, su longitud supera por 1 cm a un GLE normal y es idéntica a la de un GLE 53. Sin embargo, su capacidad de maletero se ve reducida hasta los 490 l como en el resto de versiones PHEV de este SUV (las demás tienen 630 l). Esto no es lo único que menoscaba la instalación de una gran pila en la zona posterior, ya que el GLE 53 HYBRID no dispone de una opción para 7 plazas en su variante de carrocería estándar.
A cambio, se obtienen una serie de beneficios que trascienden el aumento de potencia o la posibilidad de circular sin emisiones durante mucho tiempo o mucha distancia. El más importante es la dotación del distintivo medioambiental CERO y todas sus ventajas en detrimento de la etiqueta ECO que recibe el GLE 53, el cual es MHEV.
También hay mejoras en las prestaciones, aunque son sutiles. Por ejemplo, el GLE 53 HYBRID acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos (0,3 menos que el 53 tradicional), siempre y cuando quede energía suficiente en el acumulador energético. La velocidad punta es la misma y queda limita electrónicamente: 250 km/h. No son cifras baladí para una mole de 2,6 toneladas en orden de marcha (supera en unos 200 kg al 53 sin hibridación pesada). Eso sí, haciendo un uso que tenga en cuenta el teórico potencial ecológico del sistema PHEV, se obtendrá un consumo medio de 1,3 l/100 km (8 veces menos que el homologado en la otra versión.
Chasis y equipamiento no varían de una forma relevante. Tan sólo se ha modificado sutilmente la suspensión y la calibración del ESP, la dirección o el control vectorial del par, pero hay dos programas de conducción específicos y un modo de conservación de batería. ¿Será mejor que todo un Porsche Cayenne S E-Hybrid (519 CV) o un Land Rover Sport P550e (551 CV)?