Mercedes-AMG se ha animado con uno de los proyectos más ambiciosos que ha conocido la industria del automóvil en toda su historia, llevar a las calles un motor de Fórmula 1 a través del Mercedes-AMG One. Hablamos de un proyecto que está animando a otros constructores como Aston Martin a meterse de lleno en empresas de esta magnitud, pero que sin embargo ofrece un nivel de dificultad muy alto como demuestra la odisea vivida por AMG. Es oficial, el Mercedes-AMG One no podrá llegar a tiempo al mercado, confirmando que se retrasará su lanzamiento en nada menos que 9 meses. Descubramos los motivos.
Mercedes-AMG ya está en pleno desarrollo del Mercedes-AMG One, un nuevo superdeportivo con el que pretende sentar las bases de una nueva generación de coches donde es posible implantar directamente los componentes y la tecnología empleados en competición. No es un proyecto sencillo ni mucho menos, pero al ponerse manos a la obra AMG se ha encontrado un desafío mucho mayor.
Según ha confirmado Tobias Moers, jefe de Mercedes-AMG, el Mercedes-AMG One ha sufrido un retraso de 9 meses que obligará a la marca a realizar las primeras entregas a finales de 2020. Este retraso se ha producido por culpa de la homologación del propulsor V6 derivado de los monoplazas de F1. Ante la necesidad de cumplir las exigencias de emisiones, el motor V6 se habría encontrado con el reto de necesitar un ralentí estable y asumible por el sistema de propulsión, algo nada sencillo ya que el motor original ofrece grandes fugas de aceleración a costa de tener un ralentí a 5.000 rpm. Pero tras nada menos que 9 meses de trabajo, el propulsor V6 del Mercedes-AMG One finalmente ha conseguido alcanzar un régimen mínimo de 1.200 rpm, un ralentí con el que sí se habría conseguido el ansiado objetivo de homologación.
No cabe la menor duda de que el reto de llevar a las calles un motor de F1 está siendo todo un desafío. Mercedes-AMG ha confirmado que este motor guardará una estrecha relación con el motor empleado en competición, aún así sí que empleará una configuración específica como el ya mencionado régimen de ralentí. Y los cambios no se quedarán ahí, pues por otro lado también se ha comunicado que el régimen de funcionamiento máximo se situará en las 11.000 rpm, lo que supone una importante reducción con respecto a las 15.000 rpm posibles. Por último también hay que tener en cuenta que a nivel de fiabilidad el motor V6 también tendrá que hacer frente a una vida útil muy limitada, apenas 50.000 Km, límite en el que Mercedes-AMG realizará una reconstrucción completa del propulsor.