Es posible que estemos viviendo una segunda época dorada en cuanto a hiperdeportivos se refiere. Tenemos por ahí un Aston Martin Valkyrie que es fruto del reto personal de un verdadero genio como Adrian Newey o el Gordon Murray T.50 recién presentado y del que te contamos todos sus detalles, y finalmente la propuesta de la firma de la estrella que ocupará estas líneas, el Mercedes-AMG ONE, un Fórmula Uno de calle que ya rueda a plena potencia sobre el circuito.
El Project One prueba en circuito sus 1.000 CV y valida su aerodinámica
Son tres años los que ya llevamos hablando de lo genial que será el ONE, y si a nosotros nos está pareciendo larga la espera, a quienes ya los han reservado, como el piloto de Fórmula Uno David Coulthard, no lo queremos ni imaginar. Por suerte, el hiperdeportivo de la estrella pisa el acelerador encarando la recta final en cuanto a la fase de pruebas se refiere. Según ha comunicado Mercedes-Benz, ya cuentan con varias unidades de pre-producción rodando sobre el trazado del circuito de pruebas de Immendingen, situándose el foco del desarrollo en los resultados ofrecidos en esas vueltas rápidas y no en los ensayos de laboratorio.
En concreto, es la primera vez que están rodando con toda la potencia (1.000 CV) que desarrolla su mecánica híbrida heredada directamente del monoplaza de Fórmula Uno. Asimismo, estas pruebas de conducción son sumamente importantes para poner a punto su comportamiento y validar la eficacia del diseño aerodinámico más allá de los resultados ofrecidos en el túnel de viento, prestando especial atención a sus sistemas de aerodinámica activa, como las rejillas de ventilación activas, el spliter delantero móvil o el alerón trasero que actúa a modo de aerofreno.
El reto de adaptar un Fórmula Uno a la calle
Como hemos repetido varias veces, el Project One no es más que un Fórmula Uno carrozado de dos plazas y matriculable, siendo su unidad de potencia casi idéntica a la empleada en el W06 pilotado por Lewis Hamilton o Valtteri Bottas en 2016, lo cual supone un reto para el equipo de ingeniería. Así pues, en estas pruebas deben pulir todos los pequeños detalles para hacerlo apto en un uso diario, como el nivel de ruido, además de verificar la fiabilidad y durabilidad de ese motor de carreras. Igualmente, y diferencia de lo que ocurre en competición, dicho propulsor también debe ser capaz de impulsar al ONE en modo puramente eléctrico, aspecto que también se debe validar en estas pruebas dinámicas.
Recordemos brevemente que esa mecánica está compuesta por un 1,6 litros V6 sobrealimentado por un turbo eléctrico que rinde 680 CV y que es capaz de girar a 11.000 r.p.m., empleando soluciones como el accionamiento neumático de válvulas en lugar de muelles para impedir que aparezca el fenómeno de flotación de válvulas, junto a dos motores eléctricos de 160 CV cada uno y que envían esos 320 CV al eje delantero.