De tanto en tanto, a la división AMG de Mercedes-Benz le da por experimentar con nuevos conceptos de deportivos como bien demuestran aquellos locos Clase A38 AMG, R63 AMG, etc. Pero nuestro protagonista de hoy, aunque para muchos fuese una herejía, es posiblemente uno de los superdeportivos más especiales que jamás ha fabricado la firma alemana con sólo 350 unidades construidas, un V12 de 671 CV y la certeza de que AMG nunca más volverá a fabricar algo igual. Cuidado, porque puede que caigas perdidamente enamorado.
El próximo 25 de noviembre será subastada una unidad del Mercedes-Benz SL 65 AMG Black Series, una venta que será llevada a cabo por RM Sotheby’s en Munich, Alemania. Se trata de una de las 350 unidades fabricadas de forma artesanal por AMG en su cuartel general de Affalterbach, siendo además de los muy pocos modelos del fabricante que ha tenido el honor de pertenecer al selecto club Black Series, una estirpe creada para dar vida a los coches más radicales y exclusivos de la firma.
El proyecto SL65 Black Series nació con el objetivo de hacer del elegante y lujoso Mercedes SL un verdadero deportivo de circuito, y aunque de primeras esto parecía imposible, además de sonar casi que a una herejía teniendo en cuenta la historia de las siglas SL en la marca, en AMG aceptaron el reto con la condición de poder modificar todo cuanto fuese necesario en el coche.
Y así es como sin cortarse un pelo, 350 Mercedes-Benz SL pasaron de ser cómodos GT de paseo, a coupés a la altura de los mejores superdeportivos del momento. Sí, todos los SL 65 AMG Black Series eliminaron su capota retráctil para acoger un techo de fibra de carbono fabricado ex profeso, permitiendo así ganar en rigidez torsional y aligerar el peso en hasta 250 Kg. A ello se sumó un kit de carrocería completamente nuevo, permitiendo con ello dar respuesta a todas las nuevas exigencias del proyecto: ancho de vías notablemente incrementado (+97 mm delante y +85 mm detrás), mayor necesidad de refrigeración para el 12 cilindros, caja de cambios y frenos y los requerimientos en aerodinámica, destacando el trabajado difusor trasero o el spoiler activo integrado en la tapa del maletero que se desplegaba a partir de los 120 Km/h.
Bajo el capó se apostó por lo mejor del momento, el buque insignia de AMG en materia de propulsión. Se trata de un 6.0 V12 Twin-Turbo exprimido hasta los 671 CV y 1.000 Nm, que podrían ser 1.200 Nm, pero que fueron limitados para no destrozar la caja de cambios AMG Speedshift Plus de 5 relaciones empleada. De hecho, en el momento de su presentación consiguió eclipsar a la niña bonita de Mercedes por aquel entonces, un tal Mercedes SLR McLaren que dejó de ser el coche más potente y exclusivo vendido por la firma de la estrella.
En materia de prestaciones, con un 0-100 Km/h de 3,9 segundos y una velocidad punta autolimitada a 320 Km/h, el Mercedes-Benz SL 65 AMG Black Series consiguió hacerse un hueco en el selecto club de los mejores superdeportivos del momento, pudiendo medirse sin tapujos con joyas como el Ferrari Enzo o el Porsche Carrera GT.
La unidad que será subastada por RM Sotheby’s en apenas un mes, salió de fábrica el 25 de junio de 2009, tiene apenas 2.351 Km en su odómetro y siempre ha permanecido en manos del mismo dueño desde su primera entrega en Austria. ¿Su precio? Se estima que la venta se cierre entre los 250.000 y 350.000 euros.
Fuente: RM Sotheby’s