Hace menos de veinticuatro horas, en Diariomotor publicábamos una noticia por la que anticipábamos el debut internacional de un prototipo de automóvil deportivo creado por Mercedes. Este “concept car” ha sido desvelado bajo el nombre de Vision One-Eleven y se trata de una representación moderna, si no futurista, del C111, un vehículo experimental que el fabricante alemán usó durante los años 70 del pasado siglo. Puedes leer más sobre aquel afilado coche en nuestro artículo de ayer.
En cuanto a la reinterpretación de 2023, por ahora sólo se trata de un ejercicio de diseño y también tecnológico (a priori es un producto funcional), pero la firma no ha desmentido que vaya a existir una versión definitiva y comercializable. Ojalá sea así. A diferencia del proyecto original, este One-Eleven vanguardista equipa un sistema de propulsión 100% eléctrico de última generación.
Creado en Estados Unidos: un “look” basado en el pasado que mira hacia el futuro
Sin embargo, es evidente que hereda el aspecto del C111 setentero, al que homenajea con multitud de detalles curiosos que podrían emocionar a los entusiastas de la marca y de la historia de la automoción. Es el caso de unas líneas muy orgánicas, fluidas y redondeadas o unas ópticas que, si bien están fundamentadas en pantallas LED, recuerdan a las del modelo clásico. Las puertas que se abren hacia arriba, de forma perpendicular al suelo (estilo “alas de gaviota”). La altura total es de 1,17 metros.
El habitáculo, por el contrario, es bastante diferente y aunque está equipado con un gran visor horizontal, este muestra información con un formato pixelado que evoca los primeros ordenadores, así como la instrumentación digital de la época. Esta cabina se caracteriza por ser especialmente sencilla y diáfana. También por llevar mucho acristalamiento, parte del cual es traslúcido, y un volante prominente y rectangular que se asemeja a los que se usan en el mundo de la competición. Exterior e interior han sido concebidos en el centro de diseño que Mercedes-Benz posee en California.
Un legado legendario: este vehículo conceptual también es un laboratorio rodante
Pese a que la sola apariencia de este prototipo ya transmite un altísimo grado de dinamismo, lo cierto es que su tecnología de impulsión le concede unas prestaciones de auténtico hiperdeportivo, al menos en teoría. Incorpora cuatro motores eléctricos YASA de flujo axial (uno por rueda) cuya potencia máxima combinada es de 1.341 CV. Esto, en combinación del reducido peso del conjunto que promete Mercedes (sin ofrecer datos concretos), se podría traducir en un nivel de rendimiento tanto o más soberbio que el del Rimac Nevera.
Además, esta especie de resurrección o “regreso al futuro” del C111 lleva instalada realidad aumentada mediante unas gafas especiales. De este modo, se mejora la visibilidad al eliminar virtualmente el pilar estructural delantero. Igualmente, existen funciones de conducción avanzadas que permiten circular de una manera más agresiva y manual o de otra más relajada y automatizada.
