A día de hoy, si estás en el proceso de compra de un coche familiar, no me equivoco al afirmar que eres un verdadero amante del motor. Los clientes tradicionales del familiar se han pasado a los SUV, pero permaneces fiel a una carrocería tanto o más práctica, más asequible y mucho más dinámica. El Skoda Octavia Combi es una gran opción, pero en este artículo quiero hablarte de otro coche: por menos de lo que cuesta un Skoda Octavia, podrías comprar un familiar deportivo con uno de los mejores V8 atmosféricos de la historia.
Érase una vez un familiar a un V8 pegado
Ese familiar deportivo no es otro que el Mercedes C 63 AMG de la generación W204, es decir, la tercera generación del Mercedes Clase C. La berlina ejecutiva alemana se produjo entre los años 2006 y 2015, y además de la versión de cuatro puertas, contó con una versión Coupé y una versión familiar, conocida como Estate. El equivalente en carrocería descapotable era el Mercedes CLK, pero en este artículo queremos hablaros exclusivamente del C 63 AMG en carrocería familiar. La mano de AMG transformó al sensato familiar en un atómico terror de las Autobahn.
Skoda Octavia Combi
Fotos del Mercedes C 63 AMG Estate
Hasta la fecha, las incursiones de AMG en los Mercedes Clase C habían sido notables, pero nunca extremas. Nunca habían ido más allá de los 354 CV de los C 55 AMG W203. Sin embargo, con la nueva generación del Clase C, en Affalterbach decidieron ir a lo grande, y dar un mazazo sobre la mesa, cortando de raíz cualquier posible intento de dominio por parte de BMW Motorsport o Quattro (Audi). Ese mazazo en la mesa se llamaba M156, y era un gigantesco motor V8 de 6,2 litros, aspiración atmosférica y una potencia inicial de 457 CV.
Asociado exclusivamente a una caja de cambios automática 7G-Tronic de siete relaciones, otorgaba al coche alemán unas prestaciones de auténtico escándalo: el 0 a 100 km/h se despachaba en 4,6 segundos y su velocidad punta estaba limitada a 250 km/h. La caja de cambios era capaz de no cambiar por sí sola de marcha al llegar al corte de inyección, mientras el motor atronaba a todos los espectadores con una banda sonora propia de un caza de combate. Con todo, no era un coche tan dinámico como los BMW M3 o Audi RS4 equivalentes de la época.
Este familiar homologaba un consumo medio de 13,6 l/100 km, según el ciclo NEDC, bastante optimista. En condiciones realistas, ni a punta de gas bajará de los 10 l/100 km. En cualquier caso, el índice de sonrisas por 100 km es mucho más favorable. Su habitáculo está construido con una calidad innegable, y ha soportado el tiempo fantásticamente bien, aunque en lo tocante a conectividad sea ya un coche del pasado. Eso sí, con 485 litros de maletero y un volumen de carga muy cúbico, no tendremos problemas para llevar nuestra casa a cuestas.
De forma opcional, el paquete Performance Package Plus, elevaba la potencia del motor hasta los 487 CV, con mejoras en el tren de rodaje y elementos más deportivos en el kit de carrocería. A partir de 2011 – coincidiendo con el lavado de cara de los Mercedes Clase C W204 – el AMG P31 Development Package, introdujo mejoras en los componentes internos del motor, procedentes del motor del Mercedes SLS AMG – pese a todo, su potencia seguía siendo de 487 CV. La gran noticia es que el C 63 AMG puede ser tuyo por mucho menos de lo que piensas.
Puedes encontrar unidades del Mercedes C 63 AMG W204 desde poco más de 20.000 euros. Cuanto más nuevas sean, y menos kilómetros tengan, más caras serán. Los familiares son más escasos, y comandan un ligero sobreprecio con respecto a las berlinas. Es recomendable optar por unidades nacionales o con un historial muy claro para evitar problemas futuros.
Fotos del Mercedes C 63 AMG Estate
