Aquel “Algo está pasando en Mercedes” puso patas arriba a la marca alemana, un cambio desde la parte baja de la gama, que convertía al Mercedes Clase A en un producto mucho más deseable y más enfocado a un público joven, en la línea del Audi A3 y del BMW Serie 1. Aquel Mercedes Clase A 2012 poco tenía que ver con el anterior Mercedes Clase A, que jugaba un papel ahora bien cubierto por el Mercedes Clase B y tras el compacto llegó la berlina, el familiar y el SUV, los Mercedes CLA y Mercedes GLA. Ahora 6 años después llega un nuevo Mercedes Clase A, un Mercedes Clase A 2018 con sólidos argumentos para conquistar a aquel que esté pensando en comprar un compacto premium, con nuevos motores, una nueva plataforma, un diseño bien evolucionado y un importante despliegue de tecnología. Ya lo hemos puesto a prueba, es la hora de contarte las primeras impresiones del nuevo Mercedes Clase A.
¿Qué hay de nuevo en el Mercedes Clase A?
Mercedes ha desarrollado la nueva generación del Mercedes Clase A sobre una plataforma propia y de nueva factura que se empleará para dar forma, entre otros modelos, al relevo generacional del Mercedes GLA, del Mercedes CLA y del Mercedes Clase B. No es la plataforma CMF en la que se basa el Renault Mégane.
Mercedes-Benz Mercedes Clase A
La polémica con esta nueva plataforma ha llegado por el uso de un eje de torsión para la suspensión trasera de las versiones A 180 d y A 200, un esquema menos sofisticado que la suspensión independiente que sin embargo está disponible para el A 250 y para las versiones equipadas con la suspensión adaptativa opcional. El hecho de que emplee una suspensión trasera de este tipo no está reñido con una buena dinámica aunque durante la presentación sólo hemos podido probarlo con la configuración más sofisticada.
El diseño del nuevo Mercedes Clase A es una clara evolución del diseño que conocíamos, del diseño de la generación previa. Las mismas formas adaptadas con los últimos matices estéticos de la marca, haciendo especial mención a sus ópticas, que siguen el camino trazado por el nuevo Mercedes CLS.
Las ópticas delanteras más afiladas y el morro más inclinado me parecen el rasgo más distinguido en su diseño. Las ópticas traseras también me parecen bastante atractivas y el gran punto negativo en su diseño viene por unas molduras en el paragolpes posterior que simulan unas salidas de escape y que como imaginarás a estas alturas son falsas.
En cuanto a los motores del Mercedes Clase A nos encontramos con un nuevo motor gasolina, el empleado por el A 200. Se trata de un propulsor turbo de 4 cilindros y 1.33 litros que ha sido desarrollado junto a Renault y cuenta con un sistema de desactivación de cilindros, permitiéndonos en ciertas circunstancias circular con sólo 2 cilindros. Este nuevo propulsor desarrolla una potencia de 163 CV y fue el motor que probamos durante la presentación.
Junto a este nuevo motor y siguiendo con los propulsores gasolina nos encontramos con el motor del Mercedes A 250 que es una evolución del bloque que ya conocimos en la generación previa, un motor de 2 litros de cubicaje, turbo y de 4 cilindros que es ahora más potente, proponiéndonos una potencia de 224 CV.
El único motor diésel disponible, al menos por ahora, es el del Mercedes A 180 d, un motor derivado del empleado por la anterior generación, un 1.5 dCi fruto también del acuerdo entre la marca y Renault – Nissan y que llega en esta ocasión con una potencia superior, pasando de los 109 CV a los 116 CV.
El Mercedes Clase A está disponible con cambio manual o con un cambio automático de doble embrague, diferente en función de la versión, con una nueva transmisión desarrollada por GETRAG para los A 180 d y A 200 y con una transmisión evolucionada del cambio 7G-DCT de la anterior generación para el A 250.
En la gama del nuevo Mercedes Clase A tampoco falta la tracción total 4Matic, disponible en el Mercedes A 250.
Interior del nuevo Mercedes Clase A
Hecha la introducción más técnica, vista su plataforma y sus nuevos motores, llega el momento de saltar a su interior, un interior en el que nos hemos encontrado muy gratas sorpresas…
Fuimos muy críticos con el interior de la tercera generación del Mercedes Clase A, con el anterior Mercedes Clase A. Mercedes lanzó un superventas con sólidos argumentos para serlo, juvenil, rebajando el precio de acceso a la marca, con una buena dinámica y un diseño agradable, pero en su interior flaqueó con unos ajustes muy mejorables, con crujidos en la zona de la consola central e instrumentación, con rebabas cortantes en un puente central que además empleaba materiales muy mejorables. El interior del nuevo Mercedes Clase A no puedes estar entonces más en el punto de mira, era el principal punto de mejora y vaya si ha mejorado…
Mercedes ha dado un salto muy muy importante tanto en términos de diseño como de calidad y tecnología posicionando a este nuevo Mercedes Clase A un escalón muy por encima del resto de alternativas del segmento, superando considerablemente al Audi A3 y al BMW Serie 1. El diseño es mucho más moderno y rompedor, el despliegue de pantallas difícilmente superable y la interfaz del sistema multimedia y las opciones disponibles son culpables de cierta sensación abrumadora.
Frente a mí tengo dos grandes pantallas, de 10.2 pulgadas, acaparando todo el protagonismo del interior. En función de nuestro desembolso estas pantallas pueden ser de 7 pulgadas o de 10.2 pulgadas, tanto la instrumentación como la pantalla del sistema multimedia. Me parece realmente atractiva la forma en la que se integran en el salpicadero, con una disposición muy futurista, pero lo verdaderamente destacable es su enorme capacidad de personalización, lo atractiva que es la interfaz, la posibilidad de interactuar con el sistema multimedia mediante comandos de voz y la enorme cantidad de información que nos ofrece.
Justo por debajo de la pantalla del sistema multimedia nos encontramos con unos bien resueltos aireados, los mandos de la climatización y un túnel central con una calidad muy superior a lo que nos ofrecía la generación previa. A mi alrededor sólo veo buenos detalles, buenos ajustes y buenos materiales. Me encanta el contorno del salpicadero, bien acompañado por la luz ambiental (personalizable con 64 colores), los guarnecidos de las puertas también están realmente bien acabados y los asientos son cómodos y ofrece un buen agarre. El volante sigue con esa buena disposición de buenos acabados y sinceramente no puedo estar más contento de lo que me estoy encontrando en el interior de este nuevo Mercedes Clase A. La evolución es enorme.
Mercedes ha llamado a este sistema multimedia MBUX y lo podemos manejar o bien a través de comandos de voz o a través de su volante o a través del touchpad del puente central. Cuenta con perfiles de usuario y el asistente personal controlado por voz me recuerda inevitablemente a Siri.
¿Una pega? La habitabilidad de las plazas posteriores sigue siendo bastante mejorable. Era otra de las grandes críticas de la anterior generación y en esta lo tenemos que seguir mencionado. No es nefasta, ni mucho menos, pero tampoco destaca positivamente en este sentido.
Medidas del nuevo Mercedes Clase A
En lo que a medidas se refiere el nuevo Mercedes Clase A nos deja con una longitud de 4.419 mm, una anchura de 1.796 mm y una altura de 1.440 mm, con un peso en vacío de 1.355 kg en su versión más liviana (el Mercedes A 200) y un maletero con una capacidad de carga de 360 litros en el Mercedes A 180 d y de 370 litros en los Mercedes A 200 y A 250.
Dinámica del Mercedes Clase A
Contento por el cambio de su interior, plantado ante una unidad blanca en un pequeño puerto en un también pequeño pueblo cercano a Split, en Croacia, llega la hora de la verdad, llega el momento de conducirlo, de recabar las primeras impresiones sobre su dinámica. Reconozco que hasta este punto el nuevo Mercedes Clase A me ha ganado, los cambios estéticos no son drásticos pero me gustan y sobre todo el interior me parece una auténtica pasada, de hecho me siento un poco superado por todo lo que se puede hacer y el poco tiempo que tengo para ponerlo a prueba.
Un “Ey Mercedes, tengo hambre” y el coche te muestra los restaurantes más cercanos. Un “ey Mercedes, tengo calor” y el coche baja la temperatura, un sistema multimedia con realidad aumentada para seguir de forma aún más explícita las indicaciones del navegador, un sistema multimedia que aprende de tus hábitos y te ofrece ejecutar acciones habituales… Y todo ello maridado con gráficos de lo más atractivos, vistosos, con mucho color. Me encanta.
Pero… ¿y su dinámica?
Para la ocasión me he puesto tras el volante del Mercedes A 200, la versión gasolina de 163 CV y la alternativa que me parece a día de hoy más sensata, es más barato que el A 180 d y sensiblemente más potente. Mi unidad cuenta con la suspensión de dureza variable opcional, cambio automático de doble embrague y una completa equipación en la que destacan ciertos elementos firmados por AMG.
Durante los primeros metros me llama considerablemente la atención la mejora de aislamiento de esta generación. El habitáculo filtra mucho más los ruidos del exterior, no hay atisbo de ruido mecánico y me parece que nos ofrece una sensación muy confortable.
Además me parece que en curva pisa con mayor estabilidad, se siente firme en curva y al mismo tiempo ágil, se mueve rápido, reacciona con brevedad a los golpes de dirección y me parece un compacto con una buena dinámica, con un buen tacto de dirección y con una suspensión que trabaja realmente bien.
La dinámica es superior a la de la anterior generación y no sólo porque ofrezca un rodar más confortable, una mayor calidad de rodadura, sino porque lleva un paso más allá la agilidad de la anterior generación. Queda ver qué tal responde la versión con barra de torsión pero imagino que el cliente “normal” del Mercedes Clase A no será consciente de las diferencias entre una suspensión y otra y le parecerá que el rodar de su nuevo Mercedes es muy agradable, como me lo ha parecido a mí esta unidad.
En lo que a su motor se refiere me quedo en esta primera toma de contacto con una buena sensación de aceleración que ofrece el A 200, con el motor gasolina de 163 CV. Es un motor que se nota muy enérgico, muy vivo y que mueve realmente bien al A 200. Me parece una compra muy sensata a la espera, evidentemente, de ver consumos en condiciones reales. Durante la toma de contacto no pudimos hacer una medición real de consumo y Mercedes homologa un consumo medio de unos 5.5 l/100 km.
La respuesta de la caja de cambios automática de doble embrague es también muy buena, con transiciones rápidas y suaves, pero en cada curva, mientras la trazo y mientras la abandono, lo que más me llama la atención es lo enérgico que responde el propulsor y lo bien solventadas que están las suspensiones.
Por cierto, para seguir añadiendo matices a ese quebradero de cabeza (para muchos) que es eso de que Mercedes emplee motores Renault: este motor está desarrollado junto a Renault sí, pero se fabrica y se ensambla por Mercedes.
Nos permite cruceros elevados, cuenta con una buena respuesta en adelantamientos e incorporaciones… Me llevo una muy grata sensación en general de la dinámica de este nuevo Mercedes Clase A y del motor del A200 en particular. Este motor gasolina de 1.33 litros de cubicaje me parece una compra de lo más sensata.
En lo que a especificaciones se refiere este propulsor nos deja, más allá de los mencionados 163 CV, que llegan a las 5.500 rpm, tenemos un par de 250 Nm a 1.620 rpm, hace el 0 a 100 km/h en 8 segundos y su velocidad máxima es de 225 km/h.
Mercedes ha hecho un gran trabajo con el nuevo Mercedes Clase A
De vuelta en el hotel, con un bonito atardecer sobre Trogir, a unos pocos kilómetros de Split, aprovecho para repasar algunos de los asistentes a la conducción que equipa esta nueva generación del Mercedes Clase A. Cabe destacar el control de crucero adaptativo con función de adelantamiento, capaz también de actuar basándose en la información captada por el sistema de reconocimiento de señales. Tiene sistema de mantenimiento en el carril, sistema de frenado de emergencia, alerta de ángulo muerto y me parece de lo más curioso, será cosa de la novedad, el sistema de realidad aumentada del navegador.
La verdad es que Mercedes ha puesto el listón muy alto con este sistema multimedia, ya no sólo en el segmento, donde las comparaciones con el BMW Serie 1 o el Audi A3 son más que odiosas, sino fijándonos incluso en segmentos superiores.
En definitiva estamos ante la nueva referencia en la categoría de los coches premium compactos, es un coche que ha evolucionado bien estéticamente, que cuenta con una buena dinámica y que, sobre todo, mejora muchísimo la experiencia a bordo, por diseño, materiales y tecnología. El punto crítico de la anterior generación es ahora su gran baza, a lo que debemos sumar la respuesta del propulsor de una versión A 200 que se muestra en esta primera toma de contacto de lo más interesante, de vivas reacciones, un clavo más en el ataúd de los motores diésel.
Queda probarlo con más detenimiento, queda que conozcamos más motorizaciones, pero el nuevo Mercedes Clase A tiene muy buenos argumentos para ser el superventas que va a llegar a ser.