Mercedes-Benz siempre ha sido considerada como una de las marcas de referencia en el mercado premium, en especial cuando se habla de berlinas ejecutivas en las que su Clase E lleva décadas y décadas representando el perfecto equilibrio entre un vehículo representativo y un vehículo con claras aptitudes ruteras, perfectamente utilizable a diario. Viajamos hasta Alemania para conocer por primera vez en persona la nueva generación del Mercedes Clase E. ¿Qué hay de nuevo?
Con una larga -larguísima- tradición, el Mercedes Clase E representa a la perfección a la Mercedes más “clásica”, aquella que busca un coche viajero, rutero, que desprenda la imagen premium de Mercedes pero con el que no hace falta renunciar a la tecnología más avanzada que es capaz de instalar el fabricante en sus modelos.
Mercedes-Benz Mercedes Clase E
La nueva generación del Mercedes Clase E llega con la clara intención de convertirse en una especie de “puente” entre aquellos modelos más clásicos y tradicionales de la firma alemana y aquellos modelos que ya han dado el salto hacia una movilidad diferente, encarnada básicamente en la familia EQ con modelos como el Mercedes EQE o el Mercedes EQS.
El nuevo Clase E es más Clase S que nunca
Con una longitud de 4.95 metros, el nuevo Mercedes Clase E encarna con precisión lo que supone conducir una berlina premium de gran tamaño: un morro más que generoso que ahora entra en una nueva dimensión con la introducción de una parrilla retroiluminada en todo su perfil pero que, a su vez, está disponible en una configuración más clásica que retiene incluso la mítica estrella de tres puntas sobre el capó. Los faros ahora se integran en el frontal gracias a una máscara negra que envuelve la mencionada parrilla y que, claramente, nos recuerda a los modelos EQ de Mercedes.
La vista lateral es posiblemente la más clásica de todas, integrando ahora los tiradores electrónicos escamoteables que ya encontramos en otros modelos de la marca. Destacan también las dos líneas de tensión que nacen de ambos faros, tanto delanteros como traseros, musculando así unas superficies que, de cualquier manera, buscan la suavidad y la elegancia por encima de la deportividad. Las llantas de aleación, por su parte, arrancan en 18 pulgadas pudiendo alcanzar las 21 pulgadas si el cliente así lo desea.
¿Qué decir de la trasera? Buena parte de los cambios de diseño de esta nueva generación se concentran en una zaga mucho más liviana que en anteriores generaciones, con una caída del techo más pronunciada y un portón del maletero más pequeño y más bajo. Los pilotos integran, también por primera vez en la marca, el logo de la estrella en forma de haz luminoso, otorgando un aspecto más moderno y dinámico a un conjunto que, de cualquier manera, destaca por su equilibrio.
Un interior que, ahora sí, está a la altura
Tras una anterior generación de Clase E en la que era posible encontrar algunos defectos y faltas de calidad, lo cierto es que esta nueva edición me ha dejado, al menos visualmente y en un primer contacto, un grato sabor de boca: se nota el trabajo llevado a cabo por la marca en un interior que ahora me resulta mucho más sólido tanto a la vista como al tacto, con una elección de materiales muy acertada. Es posible equipar tanto salpicadero como puertas -por supuesto asientos- con cuero de alta calidad aunque también es posible hacerlo con materiales que no son de origen animal, mientras que para las molduras decorativas contamos con el ya clásico negro piano, así como una selección de maderas y metales.
Si el aspecto exterior recuerda claramente al de las berlinas más clásicas y tradicionales de la marca, en el caso del habitáculo nos encontramos con un ambiente mucho más tecnológico que, ahora sí, hace que me transporte a los integrantes de la familia EQ de Mercedes. La digitalización es la nota dominante en el habitáculo, con dos pantallas que siempre van a estar presentes: la de la instrumentación, con 12,3″ de tamaño, y la de la consola central, con más de 14 pulgadas.
Si además optamos por «tirar de chequera», podremos equipar una segunda pantalla central para el acompañante en lo que Mercedes denomina «Superscreen» (imposible de ver para el conductor cuando el vehículo está en marcha) y un HUD de realidad aumentada muy similar al que monta ya el Clase S. ¿Te has fijado en el detalle de la parte superior del salpicadero? Se trata de una cámara de alta resolución con la que podemos realizar todo tipo de acciones gracias al sistema MBUX de tercera generación que, por cierto, estrena esta Clase E.
Este nuevo MBUX es mucho más potente y capaz, integrando toda su capacidad de procesamiento en una sola unidad que multiplica las posibilidades. Ahora podremos incluso instalar aplicaciones al más puro estilo del iPhone que llevas en tu bolsillo o desde el que estás leyendo este artículo, aplicaciones como TikTok, Zoom o WEBEX.
El espacio a bordo es muy bueno, con unas plazas traseras que recogen los 2.2 centímetros de ampliación en la distancia entre ejes para conseguir un ambiente relajado en el que la amplitud es más que notable. No es tan notable la capacidad del maletero, que si bien sigue contando con unos generosos 540 litros en las versiones «normales», reduce su espacio hasta 370 litros en el caso de las versiones híbridas enchufables. Por cierto, el año que viene llegará la carrocería familiar de esta nueva generación del Clase E.
La Clase E de Mercedes abraza la electrificación
Toda la gama inicial del Mercedes Clase E está electrificada, si bien hay que tener en cuenta que, al menos en una primera fase de lanzamiento, sólo contará con motorizaciones de cuatro cilindros dejando las versiones de seis cilindros para más adelante. En cualquier caso, la gama arranca con dos motores de tipo mild-hybrid:
- E200: motor gasolina de 4 cilindros y 1999 cc. 204 CV y 320 NM. 6,4 L/100 km.
- E220d: motor diésel de 4 cilindros y 1993 cc. 197 CV y 440 NM. 4,8 L/100 km.
La versión diésel, además, puede equiparse con un sistema 4MATIC de tracción integral que ofrece tracción a las cuatro ruedas de manera permanente. En cualquier caso, la transmisión es automática de 9 velocidades.
Ya desde su lanzamiento será posible contar también con dos versiones híbridas enchufables:
- E300e: motor gasolina de 4 cilindros y 1999 cc. 312 CV y 550 NM. Motor eléctrico de 129 CV.
- E400e: motor gasolina de 4 cilindros y 1999 cc. 375 CV y 650 NM. Motor eléctrico de 129 CV.
La versión E300e, de nuevo, puede equiparse con un sistema de tracción integral. En el caso de las versiones híbridas enchufables la batería que alimenta al motor eléctrico cuenta con 25.9 kWh de capacidad, lo que permite autonomías eléctricas superiores a los 100 km, alcanzando los 118 km en ciclo de homologación en el caso del E300e. Como es lógico, cuentan con la etiqueta CERO de la DGT.