Si eres un fanático de los 4×4 estás hoy de luto, y si eres un amante de los motores V8 también. ¿El motivo? Que Mercedes-Benz acaba de anunciar el G 500 Final Edition, o lo que es lo mismo, la despedida de dicha variante del todoterreno alemán con un V8 en sus entrañas. Pero lo peor de todo no es que se trate de un adiós, sino de que tan solo 1.500 afortunados podrán optar a este Clase G que promete ser un objeto de deseo de muchos en cuanto abandone el concesionario.
Sea como fuere, los tiempos están cambiando nos guste o no, y así lo dejó patente la firma de la estrella cuando lanzó el Mercedes-AMG S 65 Final Edition para despedir al V12. Y por desgracia ahora llega el turno del V8 en el mítico Clase G, modelo que se prepara para una nueva generación en la que el downsizing y los motores eléctricos estarán presentes.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
Mercedes-Benz G 500 Final Edition, o cómo decir adiós al V8
Pero, ¿cuáles son los ingredientes que ha utilizado Mercedes para decirle adiós al G 500 tal y como lo conocíamos? Lo primero es que ha lanzado tres tonalidades específicas para esta edición especial, y se fabricarán 500 unidades de cada una de ellas. Así, sus propietarios podrán escoger entre negro Obsidian, blanco Opalith Magno y oliva Magno.
También son propias de esta variante del Clase G las placas «Final Edition», que se pueden encontrar en las taloneras, portarruedas, aletas delanteras y en el asidero del copiloto. Además, los proyectores de los espejos retrovisores se encargan de reflejar en el suelo la frase «Stronger than time», o lo que es lo mismo, «más fuerte que el tiempo».
A todo ello hay que sumarle unas llantas de 20 pulgadas AMG que, en el caso de optar por el color oliva Magno -personalmente mi favorito-, se podrán pintar en la misma tonalidad, mientras que con el resto de colores estas están rematadas en negro. Por otra parte, el interior está tapizado en cuero Nappa, y nos encontramos con un equipamiento de serie muy completo, especialmente si tenemos en cuenta que todas y cada una de las 1.500 unidades parten desde los 196.350 euros.
Pero nada de esta edición especial tendría sentido sin el responsable de su existencia: el motor. Concretamente, el G 500 Final Edition recurrirá al ya mítico y colosal V8 biturbo de 4.0 litros que, para la ocasión, produce 421 CV y 610 Nm de par, cifras que se gestionan por medio de una caja de cambios automática de doble embrague y nueve relaciones y que permiten un 0 a 100 en 5,9 segundos y una punta de 210 km/h. Aunque, sin duda, más impresionantes son sus capacidades fuera del asfalto gracias a la tracción total, suspensión y triple bloqueo de diferencial.
Pero si el V8 se va, ¿qué futuro le espera al Clase G? De momento, la casa alemana no ha hecho declaraciones al respecto, pero está más que confirmado la presencia de una variante 100% eléctrica de nombre EQG. No obstante, habrá cabida para las versiones de combustión, y todo apunta a que el G 500 pasará a estar representado por un seis cilindros mild-hybrid de similares prestaciones, sistema electrificado que también adoptará la variante diésel y que pasará a ser PHEV en un G 63 AMG que también prescindirá del V8.