Las preparaciones de Mansory no se caracterizan por la discreción. Suelen estar basadas en supercoches y todocaminos de lujo, y la marca personal de la casa es un exceso absoluto. Estamos hablando de kits de carrocería barrocos, llantas enormes, tapizados con más colores que un Happy Meal y motores muy potenciados. Este festival del exceso es la demostración de que el buen gusto no lo da una cuenta corriente muy inflada. Y aunque parezca mentira, Mansory sigue logrando superarse a sí misma con cada creación. He aquí la prueba.

Mercedes-Benz Mercedes Clase G
El Mercedes Clase G más excesivo que hayas visto
Se llama Mansory Grande Entrée, y es la visión del preparador de uno de los nuevos Mercedes Clase G, en versión AMG G 63. Estos vehículos montan un kit de carrocería muy llamativo, las habituales locuras cromáticas de la marca y un motor potenciado, pero por fortuna, no suelen ir más allá. Sin embargo, este Grande Entrée en concreto, que vende Mansory a través de su filial en Dubai, es excesivo incluso bajo los estándares de Mansory. Es una barbaridad. De entrada, toda su carrocería está recubierta en una pintura dorada de acabado mate.
Fotos del Mansory Grande Entrée World Class






Su distancia entre ejes ha sido aumentada en 20 centímetros, con el objetivo de reemplazar la fila trasera de asientos por dos enormes butacones reclinables. Es decir, podríamos viajar prácticamente tumbados, aunque sea a costa de sacrificar el maletero y las proporciones de la parte trasera del coche, que pasan a ser algo extrañas. Antes de pasar al interior, fíjate en las llantas del coche, un modelo FD.15 creado por Mansory, de 24 pulgadas de diámetro – envueltas en neumáticos de perfil bajo y 295 mm de sección.
Su frontal está recargado hasta el extremo, con LED adicionales, branquias por doquier y un capó elevado en varios centímetros, trufado de tomas de aire. Los escapes laterales también tienen puntas doradas e incluso el paragolpes trasero está cuajado de toberas. Que llama la atención es quedarse muy corto. Su interior parece el de un bolso de Louis Vuitton, y es casi comedido en comparación. Todo está forrado en cuero perforado de color beige, con alfombrillas de cuero marrón e inserciones en fibra de carbono con un patrón de lo más curioso.
La consola central se extiende hasta las plazas traseras y el tapizado del techo es una constelación de estrellas. Más allá de la estética, el motor 4.0 V8 biturbo de 585 CV ha sido potenciado hasta los 900 CV y 1.200 Nm de par motor máximo. Es capaz de acelerar hasta los 100 km/h en 3,3 segundos y alcanzar los 250 km/h. Esta unidad afortunadamente única está a la venta en Dubai, por un precio no declarado, pero que con toda seguridad se adentra en las siete cifras. Si eres un jeque con muchos petrodólares, no se me ocurre un coche mejor.
Fotos del Mansory Grande Entrée World Class





