Quizá los más petrolhead del lugar conozcan a un preparador alemán llamado Hofele, especializado en coches Mercedes y fundado en el lejano año 1983. No son tan populares como puede ser Brabus, pero su último proyecto es de los que dejarán huella. De Hofele nace HOF Manufaktur, y su primer coche es el HOF Sir Class. Un Mercedes Clase G – concretamente un Mercedes-AMG G 63 – diseñado como homenaje al largo y fructífero periplo de Lewis Hamilton en la escudería de la estrella.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
Sir Class, ¿el Mercedes Clase G más bestial de la historia?
El HOF Sir Class era uno de los mejores todoterreno del mundo cuando salió como Clase G de las instalaciones de Mercedes. Aunque conserva intacto su hardware todoterreno, ha empeorado sus ángulos de forma notable, ha perdido su articulación de suspensiones y es un coche más delicado. Pero nada de eso importa: ahora tiene 1.063 CV y es un bestial misil tierra-tierra. La preparación de HOF lo convierte en una temible bestia de Autobahn, capaz de alcanzar los 300 km/h, dejando atrás su limitador de serie a 220 km/h.
Para ello, su motor 4.0 V8 Biturbo ha sido seriamente modificado. Tiene nuevos pistones forjados de aluminio, nuevas bielas, un sistema de alimentación de combustible de alto caudal, nuevos turbocompresores de mayor tamaño y una profunda reprogramación electrónica, entre otras modificaciones. El resultado son 1.063 CV de potencia y un salvaje par motor de 1.300 Nm, casi doblando sus cifras de origen, de 585 CV y 850 Nm. Como es lógico, su caja de cambios ha sido reforzada para soportar el incremento de par motor.
A nivel de tren de rodaje, el HOF Sir Class lleva suspensiones deportivas, llantas forjadas de 23 pulgadas con una cubierta aerodinámica de fibra de carbono y un equipo de frenado reforzado con discos de freno carbonocerámicos. Estéticamente es un coche muy agresivo, con un kit de carrocería que destaca por su ensanchamiento, por su multitud de elementos en fibra de carbono y por el claro homenaje cromático a la libre del equipo AMG Petronas de Fórmula 1. Emblemas específicos donde se puede leer «1063» son la guinda del pastel.
El interior del coche es en esta ocasión mi parte favorita. Y lo es por su volante: parece una réplica del volante de un Fórmula 1, y es el mismo volante del hiperdeportivo Mercedes-AMG One. A este volante se unen unos preciosos baquets, además de lujosos tapizados para salpicadero y molduras en Alcantara y cuero Nappa. De nuevo, la fibra de carbono está por todas partes, y de nuevo, hay un claro contraste entre el color negro y el clásico azul de la escudería AMG Petronas.
Es, desde luego, el Mercedes Clase G perfecto para un piloto de Fórmula 1 como Sir Lewis Hamilton. El precio de esta preparación es de momento desconocido, al igual que el número de unidades que se planean construir. No obstante, parece un proyecto ideal para el primer proyecto de esta spin-off de Hofele, liderada por Ferdinand Peter y Philip Schmeier, ex-director de AMG.