Legacy Overland es junto a ICON uno de los talleres más especializados en restauraciones y restomods, siempre que como base estemos tomando a todoterrenos clásicos. Son lo que Singer es a los Porsche 911, para que os hagáis una idea. En esta ocasión nos presentan un Mercedes Clase G «Wolf» – en referencia a su origen militar – fabricado originalmente en 1990, que fue rescatado y restaurado en sus instalaciones de Colorado (EE.UU.). Una segunda vida para un coche cuyo destino era posiblemente el desguace, tras servir durante años en el ejército alemán. ¿Alguien me puede hacer un préstamo? Razón aquí.
El Mercedes Clase G de partida era un todoterreno de batalla corta, equipado con un indestructible motor diésel de cinco cilindros y 2,5 litros. Un propulsor de sólo 84 CV, que ha sido reconstruido para la ocasión, además de fiabilizado con piezas más modernas. Aunque pueda parecer que es un coche lento, es muy capaz fuera del asfalto, gracias a su batalla corta, su caja de cambios de cinco velocidades con reductora y bloqueos de diferencial (al menos delantero y trasero). Legacy Overland ha mejorado aún más sus cualidades off-road, con una suspensión Raptor levantada, ganando en altura libre al suelo.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
Sus llantas de 16 pulgadas son unas Goss de acero, pintadas de negro, y calzadas con neumáticos off-road Cooper Discoverer STT PRO, en medidas 315/75 R16. Para proteger los bajos, se ha montado un cubrecárter. Los pasos de rueda se han cubierto en plástico oscuro y los paragolpes son ahora de acero, con protecciones para calandra y defensa. Un snorkel permite a este todoterreno afrontar vadeos extremos, elevando la altura de la admisión de aire del motor. Los pilotos traseros son LED, al igual que las luces diurnas instaladas en los faros delanteros, que retienen su aspecto original.
En el interior del coche se han instalado unos asientos deportivos, de aspecto 100% años ochenta. Tanto estos asientos, como los paneles interiores y los asientos plegables traseros, han sido tapizados en cuero vegano – el mismo material al que antes llamaban polipiel. El volante original se mantiene, pero se ha tapizado en cuero de alta calidad. La carrocería ha sido pintada en un bonito tono dorado, que también encontramos en parte del salpicadero, la lata de combustible integrada en el paragolpes trasero o el emblema de Mercedes – mucha atención al detalle para este fantástico restomod.
Unas barras antivuelco y un techo de lona ponen la guinda al pastel. Con un resultado así, me apetece buscar un Mercedes Clase G antiguo y embarcarme en un proyecto de restauración, pese a todas las contraindicaciones para mi salud mental y mi cuenta bancaria.
Fuente: Legacy Overland