Mercedes-Benz renueva uno de los todoterreno más auténticos del mercado, uno de los pocos que aún conserva una arquitectura de largueros y travesaños, pero también, y por desgracia, un coche muy caro, con un precio que incluso nos atreveríamos a calificar de desorbitado y fuera de lo que podría resultar razonable en Europa. Obviamente hablamos del Mercedes Clase G, del cuál estos días hemos conocido más detalles, como por ejemplo acerca de su sistema de suspensiones, y del abandono del eje rígido delantero. ¿Será tan capaz fuera del asfalto el nuevo Mercedes Clase G, como lo fuera el antiguo? ¿Por qué ha abandonado el eje rígido delantero? ¿Qué sabemos acerca de la técnica de su sistema de suspensiones?
El Mercedes Clase G abandona el eje rígido delantero
Sin duda alguna resulta acertado que el Mercedes Clase G conserve su plataforma de largueros y travesaños, que no se haya vuelto un SUV. Sobre todo sabiendo que la gama Mercedes-Benz ya cuenta con una oferta variada de SUV – como el Mercedes GLE y el Mercedes GLS – y que el cliente que se lleve un Clase G estará pagando más de 127.450 euros por un auténtico todoterreno. Ver precio del Mercedes Clase G.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
Por el precio de un Mercedes Clase G podrías llevarte tres Jeep Wrangler, o tres Toyota Land Cruiser bien equipados.
Mercedes-Benz quería un Clase G más ágil y cómodo en carretera, y esa sería una de las razones por las que encargaría a sus ingenieros en 2014, en colaboración con Mercedes-AMG, desarrollar un sistema de suspensiones que alcanzara este objetivo, y que ha conllevado renunciar al eje rígido delantero, para optar por un sistema de suspensiones independientes. En el eje trasero sigue contando con un eje rígido.
Para alcanzar la máxima altura libre al suelo posible, Mercedes-Benz tuvo que optar por unos ejes más altos, que en el caso del tren delantero requieren de una barra de torretas en el compartimento del motor para mantener la rigidez estructural, con un sistema anclado directamente al bastidor de travesaños. Según la marca, la altura libre al suelo que habrían conseguido en el eje delantero sería de 270 milímetros. La altura libre entre ejes se quedaría en 241 milímetros, que son 6 milímetros más que en su predecesor.
Esta es al menos la teoría del Mercedes Clase G, un coche que aún no hemos tenido ocasión de probar para comprobar si con este nuevo sistema de suspensiones es tan ágil fuera del asfalto como su predecesor, como sí hemos hecho con otro de los pocos todoterreno auténticos que quedan en el mercado, y que también acaba de renovarse, el nuevo Toyota Land Cruiser, cuya prueba os mostramos en el siguiente vídeo.